La suba escalonada del combustible durante 2014, que obligó entre otros puntos a un aumento del viaje en transporte público, un 44 por ciento a esta altura del año
Según los últimos datos del Indec, la demanda de los colectivos que trasladan pasajeros entre la Capital Federal y el Gran Buenos Aires cayó un 5,6 por ciento.
En algunos tramos, la contracción fue del 3%, en el caso de la Capital, pero en otros se desplomó un 26%, como ocurrió en las líneas denominadas suburbanas grupo II (incluye a las que efectúan recorridos de media distancia), publica el diario La Nación.
“En julio fueron las vacaciones de invierno. Con una economía en recesión, los gastos de paseo se ajustan más. Hay 400.000 puestos menos de trabajo, que viajaban todos los días y ya no lo hacen. Y en ese mes algunos sectores que todavía sostenían algún crecimiento, como los bancos, comenzaron a caer”, evaluó Fausto Spotorno, economista de la consultora Orlando J. Ferreres.
En cuanto a los subtes, perdió un 12,4% de boletos respecto de los vendidos en julio del año pasado. El fenómeno fue general, pero afectó especialmente a las líneas B y D. Un informe del Laboratorio de Políticas Públicas elaborado por Rafael Gentili y Hernán González Badián indica que “desde que la Ciudad se hizo cargo del subte, la tarifa aumentó un 309%. Esto tuvo un fuerte impacto negativo en la cantidad de viajes: en 2013 la cantidad de pasajeros pagos transportados exhibió un descenso en torno al 16% respecto de 2011“.
Así, en julio de este año subió, en promedio entre todas las líneas, un 13 por ciento. Pero hubo casos como en los ferrocarriles Urquiza donde su uso se derrumbó un 37,6 por ciento.
También se vieron menos automovilistas en las autopistas que conectan la Capital con Provincia. Las barreras de acceso a la ciudad de Buenos Aires se abrieron 1,2% menos, consignó el matutino. Y añadió que la merma fue en todos los tipos de vehículos: autos, colectivos y camiones.