El grupo alemán Kraftwerk, que nació en los ´70 y es considerado uno de los fundadores de la electrónica, tenía este año entre sus destinos la Ciudad de Buenos Aires. Muchos de los amantes del género ya contaban con su entrada para el 23 de este mes en el mítico Luna Park, donde iban a presentar un show audiovisual 3D. Sin embargo, por un fallo judicial que prohíbe las fiestas electrónicas luego de la tragedia de Time Warp, la Agencia Gubernamental de Control (AGC) de la Ciudad frenó la habilitación que necesitan para subirse a ese escenario. Desde la productora Move Concerts aseguraron que interpusieron todos los recursos legales a su alcance para revertir la situación y remarcaron que se trata de un “problema conceptual” ya que la histórica banda dará un concierto. Las redes sociales se llenaron de quejas por equiparar el espectáculo con las fiestas electrónicas.
A fines de julio la productora había solicitado permiso para iniciar la venta de entradas que le fue otorgado. Pero hace dos semanas, cuando ya habían comercializado el 70% de los tickets, se les notificó que no podrían hacer el show.
Desde la Agencia Gubernamental de Control porteña explicaron que “luego de Time Warp, un fallo del magistrado Fastman prohibió todos los festivales electrónicos. Por eso, y a pesar que se presentaron los papeles con 30 días de anticipación como corresponde, no podemos otorgar dicho permiso”. Y aclararon que si bien no es una fiesta electrónica convencional, aplica la misma resolución “por utilizar como instrumento principal un sintetizador o sampler”. A esto suman que “en la descripción del evento, lo presentan como un festival de música electrónica”.
Voceros de Move Concerts afirmaron que no se trata de una fiesta electrónica. “Usan sintetizadores pero la propuesta tiene otro formato: es un concierto para todo público que dura entre una hora y media y dos horas; y no se ofrecen bebidas alcohólicas”, resumieron. Por esto, presentaron un recurso de amparo en la justicia ordinaria y uno administrativo ante la dirección de habilitaciones y ahora esperan una respuesta favorable. Independientemente de esto, adelantaron que el espectáculo se hará de todas formas, de ser necesario, en la Provincia de Buenos Aires.
A fines de septiembre la Legislatura porteña aprobó una ley para regular los eventos masivos. Pero aún no está reglamentada por lo que “mientras tanto hay un vacío legal”, según reconocen desde la Ciudad. El criterio para determinar qué se autoriza y qué no, resulta confuso. De hecho, el 3 de diciembre en la Usina del Arte se promociona el festival de música electrónica Sónar. En este caso, por hacerse en un espacio público de Capital, el ok lo otorga el Ministerio de Cultura porteño desde donde confirmaron que se hará “porque son conciertos: no hay situaciones de baile ni DJs”.
Federico Arancibia, uno de los fundadores de la Asociación Civil de Música Electrónica (AME), sostuvo que “no se puede perseguir y sancionar a un género musical por un empresario negligente”, en referencia al descontrol que terminó con cinco jóvenes muertos en Costa Salguero. Sobre el consumo de pastillas asociado a este tipo de fiestas, Arancibia destacó que “en las electrónicas circula droga como en cualquier evento de música” y aclaró que el público de Kraftwerk “es muy diferente al de Time Warp”.