Tal como estaba previsto, la Legislatura porteña concretó la sesión especial convocada por el vicepresidente 1º del cuerpo legislativo, Cristian Ritondo, para resolver la suspensión de la implementación de la Boleta Única Electrónica (BUE) de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 26 de abril. Quedando pospuesta la puesta en marcha del nuevo sistema para las elecciones generales del 5 de julio.
En consecuencia, con el apoyo de 55 diputados, la abstención un legislador y el rechazo de dos, el régimen que se utilizará en las internas del próximo mes será el mismo que se emplea en las elecciones nacionales. Agregándose, durante el comicio, mesas de simulacro que colaboren con la capacitación de los electores.
La decisión del macrismo de dar marcha atrás en la implementación del voto electrónico fue consecuencia de la desconfianza que generaba en la oposición el poco tiempo que había para capacitar al electorado, acostumbrado a sufragar con la típica boleta de papel. En ese sentido se había expedido la Defensoría del Pueblo días atrás, cuando a través de un duro informe expresó que “el conocimiento es la base fundamental del voto para que así se exprese la verdadera voluntad del ciudadano”.
Los doce votos que le faltaban al Pro para sacar adelante la ley -cuenta con un bloque de 28 diputados- fueron aportados por el kirchnerismo y sectores de lo que era el interbloque Unen; como la Coalición Cívica, Suma+ y el Partido Socialista, tal como lo había anticipado Noticias Urbanas.
Desde el FpV, Gabriela Alegre, lamentó tener que votar la suspensión de la BUE. Aunque reconoció que era la “única solución” ante la imposibilidad de capacitar en tiempo y forma a los electores de cara a las elecciones primarias; al tiempo que acusó al macrismo por las dilaciones que atentaron contra la posibilidad de poner en vigencia el sistema electrónico al indicar que “el oficialismo privilegió su propia interna”.
Otro de quienes se sumó a las críticas contra el jefe de Gobierno Mauricio Macri fue Aníbal Ibarra (Frente Progresista y Popular), quien dijo: “Nos quedamos sin Boleta Única y sin tecnología, lo que representa el símbolo de la improvisación mezclado con una intencionalidad política donde someten a la sociedad a los vaivenes de una interna electoral”. “Se excedieron en meses, no en días, en la reglamentación”, recordó.
Marcando diferencias con sus ex socios en el extinto Unen, el diputado Pablo Bergel (Verde al Sur) decidió abstenerse. “Habríamos acompañado este proyecto si no tuviera un pecado aún mayor que la ineficiencia, que es la voluntad sistemática de incluir en la lista sábana a las Comunas”, se excusó Bergel durante la sesión. Quien sí acompañó la moción fue su candidato a jefe de Gobierno, el legislador Gustavo Vera, aduciendo que se trataba del “mal menor”.
En tanto que, la izquierda, representada por los legisladores Alejandro Bodart (Nueva Izquierda-MST) y Marcelo Ramala (Partido Obrero) se manifestó en contra de la modificación.