Esta semana el Gobierno nacional alertó sobre un aumento del 50% en los casos de Covid. Según el reporte semanal que compartió el Ministerio de Salud, entre el lunes 21 y el domingo 27 de noviembre se detectaron 3.233 contagios en todo el país.
El parte porteño del Covid indicó que durante la última semana el aumento en los contagios fue de un 113 por ciento. La última cuenta dio 1.618 contagios registrados en siete días.
Por otro lado aparece el dato más revelador, que da cuenta de hacia dónde va la curva, no tanto por cuánto creció sino por la velocidad a la que lo está haciendo. Basta tener en cuenta que el 13 de noviembre, hace apenas dos semanas, de cada 100 testeos de Covid que se hacían 9 daban positivo. Hoy eso es historia.
A la semana siguiente, ese número pasó a ser 22. Es decir, de cada 100 testeos, casi la cuarta parte daba positivo. En el nuevo informe de la Ciudad esa cifra también ha quedado obsoleta.
Ahora, aquel que tenga síntomas y vaya a testearse tiene 50 por ciento de chances de dar positivo. O lo que es lo mismo: de cada dos porteños que se testean, uno dio positivo en la última semana. Como viene la curva, es factible que la probabilidad de tener Covid siga aumentando.
En un país en que el testeo dejó de ser moneda corriente, es decir, que la mayoría de los que tienen síntomas hoy no se testea y por lo tanto no quedan registrados, resulta más elocuente el dato de la positividad. Sobre una muestra, aunque sea pequeña, se puede tener una aproximación más acabada de dónde está parado un conglomerado determinado epidemiológicamente.
De todos modos, a esto también se suma que hubo un aumento de la demanda de testeos en la Ciudad, el distrito que más testea luego de que esta herramienta sanitaria fuera prácticamente discontinuada por protocolo nacional. Mientras hace dos semanas se testearon 5.796 personas (PCR y antígenos), en la última lo hicieron 7.880, un 35 por ciento más.
Saber que son altas las chances de que alguien con síntomas de gripe tenga Covid, sirve para adoptar medidas de cuidado y así tratar de evitar tomar contacto con terceros, sobre todo aquellos que pueden ser más vulnerables ante una infección.
Lo importante en este contexto es lo que finalmente el lunes han acordado en manifestar los ministros de Salud de todo el país en la reunión del Consejo Federal de Salud (COFESA) que mantuvieron en la Casa de Gobierno.
Ahora que los casos suben, admitieron que la cobertura de vacunas que hoy tienen los argentinos es baja. Sobre todo en lo que respecta al primero, segundo y tercer refuerzo (tercera, cuarta y quinta dosis).
“Tenemos que trabajar en completar los esquemas de vacunación y en aplicar los primeros, segundos y terceros refuerzos”, dijo la ministra de Salud, Carla Vizzotti, al término de la reunión. Y agregó: “Estamos detectando en las últimas tres semanas un aumento de la circulación del virus SARS-CoV-2, que igualmente todavía es baja”.
Vizzotti dijo que el Covid “está pasando a ser un virus respiratorio estacional” y que hasta ahora “el aumento del número de casos no se traduce en hospitalizaciones y muertes”.
El registro diario de vacunados en el país por ahora no ha mostrado un incremento acorde con la nueva tendencia creciente que se consolida en la curva de casos. Es cierto que la virulencia del Covid ya no es lo supo ser, pero no hay que olvidar que eso fue en gran parte posible gracias a la vacunación.