El 2016 no comenzó de la mejor manera para el inicio de actividades en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires.
El primer cuatrimestre se vio afectado por una plaga de ratas que afectó el desarrollo administrativo y la atención en el Departamento de Alumnos y Expedientes, donde durante varias semanas permaneció cerrado.
Por otra parte, el aumento de tarifas de los diferentes servicios puso en peligro el normal funcionamiento de la institución, ya que durante el mes de abril, el Consejo Superior aprobó un presupuesto del cero por ciento de aumento.
Una de las facultades más perjudicadas ante esta situación es la de Sociales, debido a que es la que menor cantidad de recursos propios genera y por ende la que más depende del presupuesto nacional para su funcionamiento.
Otro de los problemas que se presentaron fue el mal funcionamiento y mantenimiento de los ascensores donde, uno de los mismos cayó en varias oportunidades. En una, afortunadamente no había personas dentro pero durante esta semana, quedaron atrapados siete alumnos y demoraron más de una hora para poder auxiliarlos. Bomberos voluntarios y Policía tuvieron que ingresar a la facultad para socorrer a los afectados. La puerta de ingreso al subsuelo del ala Humberto Primo se encontraba cerrada. Sin que nadie tuviera la llave para abrir, la puerta tuvo que ser forzada.
Durante varias ocasiones, los ascensores han quedado a mitad de camino y muchos se vieron afectados por sus pésimos estados.
En las últimas semanas, el edificio sufrió inundaciones por el desborde de cloacas en el subsuelo, primer piso y en los diferentes baños, impidiendo la normalidad de la cursada. A ésto se le sumaron los cortes de luz en el ala Santiago del Estero, donde los alumnos tuvieron que evacuar ya que no se podían dictar clases en la oscuridad.
Los problemas edilicios no sólo no se están resolviendo sino que además están profundizándose con el paso de los meses, poniendo en peligro tanto a personas como la enseñanza.
Tanto el decano de la facultad, Glenn Postolski como el rector de la UBA, Alberto Barbieri, no se han pronunciado al respecto, ni llamaron a resolver los problemas en carácter de urgente.
Todas las agrupaciones de la institución manifestaron su preocupación por los conflictos que se han producido en lo que va del año. Al respecto, Leonel Deza, secretario general del Centro de Estudiantes por la Juventud del PTS, declaró: “Creemos que este es el resultado de una política de desidia de parte de la gestión de la facultad, que no toma en consideración los avisos de los trabajadores no docentes al respecto de las precarias condiciones edilicias. Por eso es importante que participemos en la Asamblea, para exigirle a la gestión de la facultad que garantice las condiciones mínimas de seguridad de los trabajadores, docentes, no docentes y estudiantes.”