“Parecemos más amigos con los de afuera que con los de adentro”, dice la legisladora de Unen María Eugenia Estenssoro en la entrevista para la contratapa de NU. En su voz hay una mezcla de preocupación y resignación. No lo dice en ningún momento de la charla, pero esa frase parece tener una destinataria precisa: Elisa Carrió, quien por estos días apareció en fotos con Gabriela Michetti alentando una alianza con Pro, que terminará “fortaleciendo” a la coalición.
Tal vez por eso, Estenssoro dice: “Me fui de la Coalición Cívica porque no compartía muchas cosas”.
“La Argentina está atrapada en la coyuntura y parece que no hemos aprendido de la historia reciente”, afirma en un momento de la charla, en la que reflexiona sobre el escenario político del país y los riesgos de la fuerza que integra.
“Hemos corrido el eje de la discusión. El eje no era sí o no a una alianza con Macri sino cómo construíamos un frente socialdemócrata desde la centroizquierda moderada”, añade.
Periodista y presidenta de la Fundación Equidad, está convencida de que el kirchnerismo dejó al país atascado en una difícil situación de la que, sin embargo, confía en que hay salida.
“Los proyectos hegemónicos siempre dejan poco espacio para la oposición. Sucedió en Europa del Este, donde durante décadas subsistieron proyectos autoritarios, y no porque la gente viviera bien, sino porque no era fácil construir alternativas”, entiende.
Al frente de la Comisión de Ambiente de la Legislatura, también habló sobre la resistencia de la Ciudad al aguacero y el fortalecimiento del Jefe de Gobierno porteño.
–Parece que, en lugar de hundirlo, esta vez el temporal lo terminó fortaleciendo a Macri. A diferencia de la Provincia, la Ciudad aguantó.
–Así es, afortunadamente, aunque aquí cometeríamos un error si solo acreditáramos ese logro en la cuenta de Macri. Seguramente, el entubamiento de los arroyos Vega y Maldonado contribuyeron a que la Ciudad no se inundara esta vez. Pero, como sabemos, estas obras no empezaron con el gobierno de Pro sino a fines de los noventa, con el recientemente fallecido Enrique Olivera. Macri las terminó, lo que no es menor. Pero esto también nos muestra que, en este proceso, hubo consistencia y una política de Estado. También, lo bueno que resulta seguir el Plan Urbano Ambiental, aunque no siempre se lo siga a pesar de esos buenos resultados.
–¿A qué se refiere?
–A que, por ejemplo, la Ciudad está muy lejos de tener los diez metros cuadrados de verde por habitante que se sugiere en ese Plan. Pienso en, por ejemplo, las demoradas obras de soterramiento del tren Sarmiento. Se había acordado que arriba de ese entubamiento habría un parque. Sin embargo, tanto el Pro como el kirchnerismo votaron a favor de vender las tierras linderas para construir edificios. Digamos que para los negocios inmobiliarios votaron juntos, mientras que en la Ciudad no todo el mundo tiene el mismo acceso al verde. La idea es que no haya que cruzar la Ciudad para encontrar esos pulmones.
–Habrá notado que hay mucha gente preocupada por el futuro de Unen, ¿qué visión de futuro tiene la coalición?
–Yo también estoy preocupada por el futuro de Unen, la verdad. Así que por ahora estoy observando a ver qué sucede y también trabajando fuerte en proyectos puntuales. La verdad es que nos ha faltado una visión común y hace rato deberíamos haber definido nuestros candidatos para las primarias. Si queremos disputar el poder en 2015, deberíamos ir dando los pasos necesarios para transformar la coalición en un equipo de gobierno.
–Y esto no ha sucedido.
–No solo no ha sucedido sino que se pierde un tiempo precioso, mientras las demás fuerzas ya tienen instalados sus presidenciables, que se van consolidando. Según las encuestas, nosotros tenemos a Cobos y a Binner como los mejores instalados: ¿qué estamos esperando para definirlos? Las primarias deberían ser entre ellos. Lo peor es que esta situación de indefinición hace que candidatos a gobernadores de las provincias empiecen a buscar a otros referentes nacionales porque sienten que Unen no los contiene. Me refiero concretamente a los casos de Gerardo Morales, en Jujuy, y de Eduardo Costa, que está en inmejorables condiciones de ganarle al kirchnerismo en su propia provincia.
–Carrió se sacó una foto con Michetti y esta semana vaticinó que la alianza con Pro finalmente se hará y fortalecerá a la oposición.
–Parece que somos más amigos con los de afuera que con los de adentro. Si seguimos debilitándonos así, ¿por qué Macri querría aliarse con Unen? Las cosas no son así, ni la discusión tampoco era esta.
–¿Y cuál era? Yo ya me perdí.
–Cuando construimos Unen, el desafío no era aliarse con Macri, sino la construcción de una fuerza socialdemócrata, de centroizquierda moderada. Y ese proyecto no tiene nada que ver con Pro.
–Entonces, rechaza una alianza con Macri.
–No es que la rechazo. Fue una idea prematura, que debería haberse planteado al final de un proceso, no al inicio. Al margen de eso, está claro que Unen expresa un proyecto diferente al de Pro.
–No le entiendo bien.
–Claro, si en la antesala de las elecciones constatamos que es imprescindible una alianza con Pro para evitar que gane el peronismo y, de ese modo, la Argentina vaya camino a una democracia de partido único, bueno, entonces lo plantearíamos. Se articula una estrategia común. Pero por ahora lo que hay son cinco líneas diferentes, que corresponden a los cinco referentes del espacio. Por ejemplo, para evitar este desgaste prematuro, cuando se armó la Concertación Chilena se designó a un coordinador que fue el encargado de definir la actuación y el espacio de cada dirigente. También se acordó que las candidaturas se definirían al final de todo.
–¿Por qué a Cristina le sigue yendo bien?
–No sé si le va bien. El porcentaje que tiene ahora es su techo, no su piso, y lo cierto es que el 70 por ciento de los argentinos no la votaría. El kirchnerismo es un proyecto autoritario que no ha podido resolver la pobreza. Y como toda fuerza hegemónica, nos ha dejado atrapados en una situación muy difícil. Situación de la que vamos a salir, pero va a costar.
