La economía se convirtió en el principal dolor de cabeza del primer año de gestión de Mauricio Macri. Los brotes verdes esperados para el segundo semestre nunca florecieron y así lo demuestran diversos indicadores, incluso los oficiales. En las últimas horas, se conocieron dos cifras que confirmaron las presunciones de los analistas: la industria y la construcción, motores de la actividad, no levantan cabeza.
La producción industrial en octubre cayó un 8 por ciento en forma interanual con bajas generalizadas en todos los sectores, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Con este retroceso, la actividad fabril sumó nueve meses consecutivos de contracción, afectada en su mayoría por la menor actividad en compañías de los sectores alimentario y automotriz.
“Todas las ramas de (la) actividad muestran contracción, destacándose la Alimenticia y la Automotriz por su peso en el índice”, afirmó Horacio Larghi, de la consultora Invenómica.
Entre las bajas destacadas figuró el rubro textil, con una merma interanual del 26,7 por ciento; y el automotriz, con una retracción del 19,1 por ciento.
Construcción
La construcción fue uno de los sectores más golpeados. Otro informe del Indec registró que la actividad cayó un 19,2 por ciento en la medición interanual a octubre.
El dato del acumulado durante los primeros diez meses del año en su conjunto registra una disminución del 13,5 por ciento con respecto a igual período del año 2015.
“No se ven cambios significativos en los principales rubros (…) que hagan esperar una sólida recuperación en los niveles de producción para el último trimestre del año”, indicó un reporte de la consultora Orlando Ferreres & Asociados.
En cuanto a la información sobre los puestos de trabajo registrados en la construcción en el sector privado, referida a empleos sobre los que se efectúan aportes y contribuciones al sistema previsional, el Indec apuntó que este indicador registró en el mes de septiembre una suba del 0,7 por ciento con relación al mes anterior. Por su parte, con respecto al mismo mes del año pasado, el dato de septiembre de 2016 registró una baja del 11,2 por ciento.
La producción de cemento se desplomó un 13,9 por ciento interanual el mes pasado y acumula una baja de 11,7 por ciento en 2016 en comparación con el mismo período de 2015.
“Distintos productos minerales no metálicos destinados a la actividad de la construcción muestran bajas en el consumo interno como pisos y revestimientos cerámicos (-21,7 por ciento), ladrillos huecos (-19,1 por ciento), artículos sanitarios de cerámica (-18,2 por ciento) y placas de yeso (-5,7 por ciento)”, explicó el informe difundido por el organismo oficial.
En busca de una reacción
Con el objetivo de calentar la economía, el Gobierno apunta a impulsar el consumo. Es por ello que avaló el pago de bonos de fin de año en la actividad privada y otorgó una compensación por inflación a los trabajadores del Estado.
El Ejecutivo acordó, además, aumentar el desembolso de pesos para las organizaciones sociales con la declaración de la Emergencia, que contempla fondos por 30 mil millones de pesos para los próximos tres años.
A la par, envió al Congreso de la Nación, un proyecto para discutir un nuevo diagrama del Impuesto a las Ganancias, que les permitirá a los trabajadores mejorar sus ingresos.
Como contrapartida recibió fuertes críticas por el aumento del gasto y los inconvenientes que podrían generar esas políticas en la balanza fiscal.