El diputado nacional Esteban Paulón (PS) presentó un proyecto para modificar la metodología de medición y ajustar la canasta de bienes y servicios del Índice de Precios al Consumidor (IPC) a la realidad económica del país. El socialista advirtió que el desfasaje existente afecta la precisión de las mediciones de inflación, lo que tiene consecuencias directas sobre diversos sectores de la economía, incluyendo a los jubilados, cuyos ingresos se ajustan en base a estos cálculos.
Cabe destacar que el IPC mide la evolución de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del gasto de los hogares argentinos. Actualmente, esta canasta se basa en datos de consumo relevantes en los años 2004 y 2005, lo que generó críticas por su falta de actualización y representatividad frente a los hábitos actuales de consumo.
Las diferencias entre la canasta actual y la real
La actual metodología del IPC incluye productos que han quedado obsoletos en el consumo cotidiano. Entre los ejemplos mencionados por Paulón se encuentran los televisores de tubo, las líneas telefónicas fijas, los DVD y los casetes. “Absolutamente fuera de la realidad”, afirmó el diputado, quien agregó: “ Hoy se consumen plataformas como Disney+, Netflix. Además, los servicios representan un 17% en los gastos de cada persona y en el IPC real solo un 2%”.
Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la nueva canasta ya está técnicamente lista y se realizó pruebas piloto durante un año. Sin embargo, aún no ha sido implementada a nivel nacional.
El impacto en la inflación y en los ingresos
Paulón indicó que algunas provincias ya han avanzado en la actualización del IPC. “En Santa Fe o Buenos Aires, el IPC ya está actualizado y las cifras son más acordes a la realidad. Pero a nivel nacional no hay decisión política de ejecutarlo porque esto hoy implica que la inflación anual sea un 16% mayor” , señaló el diputado socialista.
El IPC es una herramienta clave en la economía del país, ya que influye en la actualización de los ingresos de una gran parte de la población, incluidos trabajadores asalariados y jubilados. La falta de una actualización en su metodología podría estar afectando el poder adquisitivo de estos sectores.
Un debate pendiente
El debate sobre la necesidad de actualizar el IPC lleva años sin resolverse, a pesar de que diversos sectores han reclamado por su modernización. La iniciativa presentada por Paulón busca retomar la discusión y presionar por una implementación que refleje con mayor fidelidad los hábitos de consumo actuales.
El proyecto legislativo plantea, además, que la falta de adecuación de la canasta podría estar generando una subestimación de la inflación real, lo que impacta directamente en los ajustes salariales y previsionales. A la espera de un tratamiento parlamentario, la discusión sobre la actualización del IPC sigue abierta, con implicancias que podrían modificar significativamente las políticas económicas y sociales en Argentina.
