La Asociación Civil Observatorio del Derecho a la Ciudad, rechazó la decisión del GCBA de eliminar trayectos de ciclovías de la ciudad porque no se enmarca en una planificación de la red de ciclovías y bicisendas ampliamente participativa y no se fundamenta en estudios socio-ambientales puestos a disposición de la ciudadanía para su consideración.
Existe un mandato legal de que la red de ciclovías y bicisendas debe ampliarse y no reducirse. Estamos ante una violación del Derecho a la Movilidad de la población.
Según la institución, entre los propósitos más destacados del Sistema de Transporte Público de Bicicleta se encuentran la consolidación de una movilidad ambientalmente sustentable, y la optimización de la circulación y fluidez del tránsito, mediante la desincentivación del uso del automóvil particular en total concordancia con los lineamientos propuestos por el Plan Urbano Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, aprobado por la Ley N° 2930.
Las ciclovías son esenciales para promover el transporte seguro y accesible en las ciudades. A nivel internacional, este tipo de movilidad es impulsada como parte de los acuerdos más importantes en favor de la sostenibilidad.
En nuestro país, los crecientes costos del transporte público llevan a la ciudadanía a enfrentarse a una elección injusta: llegar a fin de mes o pagar el transporte. Para miles de personas, la bicicleta se ha convertido en una solución económica y accesible para moverse en la ciudad. Sin embargo, al eliminar las ciclovías, se pone en riesgo su seguridad y se desalienta el uso de un medio de transporte que ya es vital para gran parte de la población.
Los primeros días de diciembre, sin preaviso y en total secretismo, el GCBA comenzó a desmontar parte de la ciclovía de la calle Tucumán, una arteria clave que conecta el microcentro con los barrios de Once y Abasto. Esta ciclovía, que discurre paralela a Corrientes y Córdoba, resulta fundamental para ciclistas que necesitan una alternativa segura en una zona de alta circulación.
La destrucción de la ciclovía no fue acompañada de ningún acto administrativo publicado en el Boletín Oficial. No se conocen los fundamentos de esta medida los cuales deberían estar plasmados en alguna decisión que cumpla con las formalidades administrativas y legales.
Este accionar evidencia la falta de respeto por la democracia participativa y la aversión por planificar seriamente la ciudad por parte del Jefe de Gobierno, Jorge Macri. Este es otro ejemplo de su voluntad de manejar la planificación discrecionalmente y con excepciones, lo cual se demostró recientemente con la aprobación del Código Urbanístico.
Hoy, el ciclista es un actor de movilidad en aumento. Si bien pueden existir debates sobre la eficacia de ciertas ciclovías, lo que corresponde es que el GCBA desarrolle un plan participativo de reestructuración de la red existente. No se trata de eliminar ciclovías sin fundamentos, sin instancias de participación ciudadana, sin decisiones tomadas por las autoridades competentes, sin transparencia ni publicación en el Boletín Oficial, sin propuesta de alternativas ni soluciones sin planificación, sino de construir una ciudad más segura, accesible y sustentable para todos.
Por estos motivos, se presentó una acción judicial para defender la ciclovía de la calle Tucumán (causa caratulada “ASOCIACION CIVIL OBSERVATORIO DEL DERECHO A LA CIUDAD Y OTROS CONTRA GCBA SOBRE AMPARO – TRANSPORTE-MOVILIDAD”, Expte. N° 390091/2024-0 – J-01-00390091-2/2024-0).
La semana pasada el GCBA inició las obras de remoción y desmonte de la ciclovía ubicada en la calle Tucumán. Esta ciclovía es clave porque conecta el microcentro con los barrios de Once y Abasto. Esta ciclovía, que discurre paralela a Corrientes y Córdoba, resulta fundamental para ciclistas que necesitan una alternativa segura en una zona de alta circulación.