La controversia floreció desde la propia matriz económica que trajo la alianza Cambiemos, al arribar a La Plata el 10 de diciembre del año pasado. Ésta incluía la posibilidad de tomar deuda en los mercados para financiar el prespuesto anual de la Provincia.
Para conseguir la aprobación del Presupuesto anual de 2016, el Gobierno que encabeza María Eugenia Vidal debió negociar con la oposición, que le podó casi un tercio de la suma por la que se planteaba buscar financiamiento externo, que bajó de 90 mil a 60 mil millones de pesos.
La gobernadora, por otra parte, envió este año un presupuesto que incluye la autorización para que el Estado provincial se endeude hasta por 93 mil millones. Como ocurrió el año pasado, los intendentes peronistas se disponen a regresar con un planteo similar, que incluye un recorte importante sobre ese monto.
“Éste es un endeudamiento muy alto, que nosotros no estamos dispuestos a acompañar si no se refleja en la inversión en Salud, Seguridad e Infraestructura”, anticipó la intendenta de La Matanza, Verónica Magario, sintetizando la postura de sus pares y dejando una puerta abierta para negociar.
Este miércoles, con la finalidad de unificar criterios con los senadores peronistas -que están divididos en tres bloques- los intendentes, que junto con la baja en el nivel de endeudamiento consiguieron un fondo de 10 mil millones de pesos para gastar en obras de infraestructura y para gastos en seguridad, intentarán en el fin de 2016 repetir la misma acción. Por supuesto, lo primero que exigieron los intendentes fue que los tres bloques senatoriales peronistas voten con criterios unificados.
En principio, los presidentes de los tres bloque coincidieron en que la suma del endeudamiento es exagerada y en ese sentido se manifestaron, después de la reunión con los intendentes, la titular del bloque del FpV, Magdalena Sierra (esposa de Martín Sabbatella); el del bloque Justicialista, el matancero Daniel Barrera y el jefe del Bloque Peronista, Patricio García.
Si bien las cifras no estaban claras al principio, en la reunión entre intendentes y legisladores peronistas habría surgido la posibilidad de autorizar un guarismo tentativo de unos 59.500 millones de pesos para financiar los pagos de la deuda ya tomada a lo largo del año 2016. Esto, porque temen que si obtienen el permiso para obtener los fondos sin un fin específico, el Gobierno podría salir a tomar deuda sólo para pagar la ya tomada y no para conformar un fondo para obras en los distritos.
Los jefes comunales quieren además que el dinero que llegue por toma de deuda o por transferencia sea objeto de coparticipación directa, por medio de un goteo mensual. Es decir, que a medida que ingrese a la Tesorería, sea depositado automáticamente en las arcas municipales. “Sino, nos va a suceder lo que nos ha sucedido el 2016. Estamos a noviembre y hemos recibido las dos terceras partes y ya no vamos a recibir la tercera parte final. La asignación ha sido lenta”, volvió a describir la mandataria de La Matanza.
Para aprobar su presupuesto tal cual lo plantean desde el Gobierno provincial, Vidal necesita siete votos más en la Cámara de Diputados, que no pueden provenir de otra parte que del peronismo. En ese sentido, el ministro político de Vidal, Federico Salvai, ya adelantó que están dispuestos a negociar, ya que pretenden comenzar a tratar el presupuesto la semana que viene, en el Senado.
Para anticiparse a cualquier duda, el miércoles próximo los jefes territoriales volverán a La Plata, esta vez para reunirse con los diputados. “Los que votan y trabajan son los legisladores. Los intendentes vamos a hacer un conjunto una propuesta”, anticipó Magario.