Un viejo axioma de los relatos policiales asegura que el problema de ver algo muy de cerca es que se pierde el todo. Y eso da como resultado un análisis errado de lo que se observa. Al analizar la actuación de la Policía Metropolitana (PM) en el subte sucede algo muy parecido. A partir del domingo 1 de junio, el Gobierno de la Ciudad se hizo cargo de la seguridad en las 78 estaciones de las seis líneas de subte y en las 17 del premetro.
En aquella oportunidad, Noticias Urbanas consultó a los voceros de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (Sbase) para conocer en detalle los alcances del desembarco de la policía porteña.“En el marco del Plan de Seguridad del Subte, la Metropolitana comenzó a trabajar en toda la red. Se trata de 506 oficiales especialmente capacitados para desempeñarse en el subte, que se incorporarán entre junio y julio. Con el objetivo de mejorar la seguridad, se sumarán paulatinamente a los agentes de la Federal. El equipo está compuesto por agentes uniformados y otros vestidos de civil, que circulan por las formaciones y las estaciones de toda la red mediante un sistema de rondines. Además, hay personal de seguridad privada en boleterías y molinetes y agentes que recorren las líneas para prevenir actos de vandalismo en vagones. El Plan de Seguridad contempla la instalación de 1.600 cámaras de seguridad, previstas para el segundo semestre del año, en accesos, andenes, cocheras y talleres de toda la red”, anunciaron desde la empresa estatal de subterráneos.
La idea inicial del gobierno de Mauricio Macri era demostrarles a los porteños que se podía hacer cargo de la seguridad y mejorar el servicio. Y que una buena administración del subterráneo se transformara en una de las banderas de la campaña presidencial 2015 del ingeniero. Pero la situación no era nada fácil.
Desde 2006, la Federal prestaba un servicio de seguridad que formaba parte del plan denominado “Subte Alerta”, que había lanzado el por entonces ministro del Interior de la Nación, Aníbal Fernández. La Ciudad, por su parte, pagaba los sueldos de 800 efectivos de la Policía Federal que prestaban servicios adicionales en el subterráneo. La idea es que con la nueva presencia de la Metropolitana, estos servicios vayan siendo suprimidos paulatinamente.
El tema monetario era uno de los problemas más grandes a la hora de lanzar el nuevo plan de seguridad. Por ese motivo, la Legislatura debió aprobar una ampliación de 15 millones de pesos en el Presupuesto 2014 para poder comprar el equipamiento específico para la nueva división de la Metropolitana encargada de la seguridad en el subte. Y además, el Gobierno porteño debió seguir pagando los servicios adicionales de la Federal. El segundo tema que preocupaba al macrismo era la cantidad de efectivos que se necesitaban para controlar la seguridad, teniendo en cuenta que la policía porteña tiene cuatro mil hombres. Esa era una de las causas por las cuales Macri le había pedido seis meses de prórroga al gobierno kirchnerista para hacerse cargo de la seguridad de los subterráneos.
Para solucionar el problema de la cantidad de efectivos necesarios en el subte, a la división especial creada por el Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad se agregaron efectivos de seguridad privada, que en un principio sirven para cubrir las vacantes de la PM que de a poco se irán completando con la llegada de los egresados del instituto policial porteño.
Pero, ¿cuál es la situación real de la seguridad en el subte desde que la PM se hizo cargo? Las respuestas varían según el interlocutor y la percepción del entrevistado. A simple vista y recorriendo las estaciones y las líneas de subtes se ve la presencia de parejas de uniformados que deambulan por los andenes, a lo que se suma personal de seguridad privada perfectamente identificado. En algunas estaciones se llegaron a instalar oficinas de la nueva división de la PM, como en el caso de la estación Boedo de la Línea E. Y la semana pasada, Sbase anunció el blindaje de dos boleterías de la estación Medrano de la Línea B, en el marco del Plan de Seguridad para los subterráneos.
El trabajo consistió en la provisión y colocación de ventanas, ventanillas, puertas y armado de mampostería y en el blindaje del frente completo que incluye laterales, techo, ventanilla, marcos, vidrios y mostrador interno de la caja del boletero. También, se instalaron los dispositivos electrónicos para la recarga de las tarjetas SUBE.
Según el comunicado de Sbase, “el Plan de Seguridad contempla el blindaje de 15 boleterías de distintas estaciones hasta fin de año. Esto se suma a la instalación de 1.600 cámaras en línea de boleterías, talleres y cocheras y a la incorporación de 400 efectivos de la Metropolitana. Próximamente serán blindadas dos boleterías en la estación Florida de la Línea B y luego se continuará por el resto”.
A pesar de los anuncios, no todas son flores. Tanto los trabajadores como el personal de Metrovías y los usuarios que fueron consultados por Noticias Urbanas esgrimieron críticas sobre la seguridad en los subterráneos. “El primer problema que surgió con la llegada de la Metropolitana fue una pelea con la concesionaria Metrovías que giró en torno a dónde se iban a ubicar los uniformados. La empresa seguía con la premisa que había llevado a cabo la Federal de que los policías vigilaran casi con exclusividad las boleterías porque ese es el lugar donde está la plata, y para la concesionaria eso era lo más importante. Macri tenía otro plan en mente: que los efectivos recorrieran los andenes y los vagones para que su presencia provocara en la gente una sensación de mayor seguridad y eso terminara siendo un rédito político para su gestión. Acá se produjo el primer choque de intereses entre lo que quería Metrovías y lo que planteaba el gobierno Pro.
La tercera pata del conflicto fue la de los Metrodelegados, que continuaron quejándose de la falta de seguridad a pesar de la llegada de la PM. Estas quejas iban dirigidas a Metrovías, lo que significaba un problema para la concesionaria, que ahora solo hace de intermediaria entre los trabajadores y Sbase, que es la real encargada de la seguridad”, le manifestó a un político de la oposición que conoce la interna política, empresarial y gremial del subte.
El secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (Agtsyp), Roberto “Beto” Pianelli, en diálogo con este medio dio a conocer las críticas del sindicato en el tema de seguridad ( “La seguridad sigue complicada”) al señalar que la Policía Metropolitana había dejado sin vigilancia las estaciones y que solo cien parejas de efectivos se dedicaban a recorrer los andenes y los vagones, 40 a la mañana, 40 a la tarde y 20 a la noche.
Sin embargo, voceros de Sbase que dialogaron con NU desestimaron estas afirmaciones y aseguraron que el Plan de Seguridad avanza y crece con el paso de los meses. A través de un comunicado ( “Más de 400 policías circulan por los andenes”) señalaron que en la actualidad hay más de 400 agentes de la PM, entre uniformados y de brigada circulando por las seis líneas de subterráneos.
Una vez más, según quienes sean los consultados, las versiones sobre un mismo tema varían de manera sustancial. Para algunos va todo bien, y para otros, todo funciona mal. La última palabra la tienen los usuarios. Y su dictamen no será nada menor, ya que de acuerdo a lo que ellos crean, los planes y la candidatura de Mauricio Macri para 2015 se verán beneficiados o, en el peor de los escenarios, sufrirán un golpe difícil de asimilar. Nada menos que de parte del electorado que lo encumbró políticamente.