El objetivo de la tasa es financiar el sistema sanitario argentino en medio de la crisis del coronavirus. La iniciativa introduce cambios en los impuestos a los bienes personales y fue impulsada por la legisladora Vanesa Siley, de la pata sindical del oficialismo.
En rigor, el proyecto establece “un tributo a toda persona humana o las sucesiones indivisas alcanzados por el artículo 17 de la ley 23.966 – sobre los bienes existentes al 31 de marzo de 2020 que superen los diez millones de pesos. ($10.000.000)”. Según la propuesta, “el gravamen a ingresar por los contribuyentes indicados “será del 1,25% para los bienes registrados en el territorio nacional, y del 1,75% para los bienes registrados en el exterior”.
La iniciativa busca establecer además “un impuesto a toda persona humana o jurídica, alcanzados por el Impuesto a las Ganancias, Ley 20.628. T.O. Decreto 649/97, cuya rentabilidad neta supere los cincuenta millones de pesos ($50.000.000) según los datos relevados por los organismos oficiales”.
“El presente Proyecto de Ley tiene como objeto establecer un impuesto excepcional, en el marco del Aislamiento Preventivo y Obligatorio, con el fin de distribuir recursos esenciales para garantizar el bienestar socioeconómico de los sectores más vulnerables de nuestro País”, afirma la iniciativa en sus fundamentos.
“De esta manera se intenta contribuir a la situación de gravedad extraordinaria determinada por el Covid-19, estableciendo un impuesto excepcional a quienes tienen mayor capacidad contributiva. Se pide un esfuerzo mayor a quienes están en mejores condiciones. Regla básica de la solidaridad”, detalla el texto.
El proyecto surge junto a distintas iniciativas del oficialismo para aumentar la recaudación entre los sectores más acaudalados de la sociedad ante la pandemia. En este marco, el diputado y secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, aseguró que espera que el proyecto se unifique con la propuesta del diputado Carlos Heller de gravar “los grandes patrimonios”, del 1% más rico de la población.
“El Estado no tiene los recursos que se requieren”, sostuvo Yasky a la agencia Télam. “La idea es discutir qué rol deben tener quienes amasaron grandes fortunas, en el contexto de una crisis que dejará una enorme huella económica de pobreza. Ese sector, alguna vez en la historia del país, tendría que tener una actitud de convivencia y solidaridad”, afirmó.
El gremialista señaló que “se trata de que aporten los 50 dueños de las fortunas de la Argentina”. En este sentido, remarcó: “Esa lista la encabeza Paolo Rocca, de Techint, y todos juntos reúnen al año 70 mil millones de dólares. El ex presidente Mauricio Macri ocupa el puesto 37 en esa nómina. Si solo aportasen por única vez 1,5 por ciento se recaudarían 1.050 millones de dólares, lo que equivaldría a 90 mil respiradores o a 1 millón de internaciones en terapia intensiva. De estar 1 minuto con ellos los subiría a un auto y los llevaría a La Matanza”, remarcó.