La ideología y palabras de un intendente de San Jorge, una localidad santafecina logró trascender debido a su llamativa violencia antidemocrática.
Enrique Marucci no sólo pidió cerrar el Congreso y la Legislatura provincial porque no se sancionan penas más duras contra la delincuencia sino que además planteó aplicar una política de “garrote”, a sabiendas de la carga histórica que esa palabra connota para los argentinos.
“Si yo gobernara bajo otro régimen, a esto lo arreglo en dos patadas. Pero con el sistema democrático que tenemos no lo vamos a arreglar nunca”, dijo el jefe comunal.
En tanto, en declaraciones a medios locales, Marucci pidió “garrote, garrote y garrote” como fórmula para combatir la delincuencia.
“Cerraría la Legislatura y el Congreso de la Nación porque no se ponen de acuerdo para modificar las leyes. Tienen problemas internos e ideologías muy diferentes para atender las necesidades actuales”, sostuvo.
El intendente fundamentó sus conceptos fascistas al explicar que “hay que volver a algo duro porque si no los problemas los tenemos los ciudadanos”.
“Si tenemos un Congreso que lo paga el pueblo, y que alberga a un montón de gente, que intenten ponerse de acuerdo alguna vez y dicten leyes duras y rígidas para que los delincuentes sean condenados”, añadió.
Para completar el cartón y cantar bingo, dijo que las políticas de inclusión no son otra cosa que”puro verso” y al respecto de la imputabilidad de menores indicó que “el delito es delito, así tengas un año o cien”.
“Se les da mucha participación a los que defienden los derechos humanos. Antes ellos intervenían para atender a las víctimas y ahora lo hacen para sacar de la cárcel a los delincuentes. Lo digo por la impotencia que siento porque acá, y en todo el país, suceden hechos que no se resuelven”, rebalsó el intendente.