La protesta comenzó al mediodía cuando un grupo de taxistas detuvo la marcha de sus vehículos en la avenida Corrientes y 9 de Julio, cuyo rasgo llamativo pasó, justamente, por la vestimenta de algunos de los conductores, algunos de ellos caracterizados como Iron Man y el Capitán América. El gremio argumenta que, pese a la orden judicial para bloquear la aplicación y la prohibición, el sistema Uber sigue funcionando.
Los taxistas reclaman que la justicia siga a fondo con lo que consideran un trabajo desleal y que se tomen las medidas necesarias para terminar definitivamente con una aplicación que los perjudica en su labor diaria.
Ahora bien, durante la protesta, una agente de tránsito de la Ciudad fue agredida por un taxista en medio de la manifestación. “Reclamamos que saquen a los ilegales y que la Justicia deje de mentir, que la Ciudad de Buenos Aires haga algo”, dijo uno los tacheros.
Los taxistas aseguran que la oferta de servicio brindado por la aplicación que conecta a conductores con pasajeros es “clandestina” e “ilegal”. Uno de los “aliados” en la embestida contra el software es el propio jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta quien, en medio de las protestas del gremio de taxis cuestionó a la empresa. “Uber legalmente no presentó un solo papel. No lo decimos nosotros, lo dice la justicia. Ni siquiera tienen CUIT. Nosotros no decimos Uber sí o Uber no, nosotros decimos que si quiere funcionar lo tiene que hacer con reglas”, aseguró.