Desde hace días que los usuarios del subte de la línea B padecen las consecuencias del conflicto que recrudeció entre el Gobierno porteño y los metrodelegados por la inauguración de dos estaciones en Villa Urquiza. Después de dos reuniones que fracasaron, este viernes volverán a verse las caras para intentar destrabar el conflicto, con origen en un reclamo de los trabajadores por “falta de condiciones de seguridad”. En el plano nacional y después de que el ministro Florencio Randazzo mostrara videos con los comportamientos de los motorman durante los viajes, los empleados de las distintas líneas de trenes emprendieron un paro que finalizó a primera hora de la mañana. Los usuarios de nuevo con el traje de víctimas. Ciudad y Nación en pugna con los gremios de transporte.
A la espera de un nuevo encuentro tras el cuarto intermedio decretado el martes por la noche, el titular de Sbase Juan Pablo Piccardo volvió a hablar este jueves e indicó que las estaciones “están en perfectas condiciones para ser utilizadas”. Sobre los trabajadores también volvió a apuntar: “No quieren trabajar las horas pautadas”.
Ante la consulta de si hay un plan b, el funcionario de Gobierno expresó en declaraciones radiales que hasta el momento “son los supervisores los que están a cargo” y agradeció a ellos la labor que están llevando adelante.
Por su parte, y después de que los trabajadores ferroviarios pusieran fin a la medida que había comenzado en horas de la mañana del jueves, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, tildó de “salvaje, irracional e incomprensible” el paro y lamentó que “señores que cobran 20.000 pesos de bolsillo le están jodiendo la vida a miles y miles de pasajeros”.
“No me va a extorsionar ningún dirigente sindical ni tampoco ningún empresario. Lo único que me condiciona son los pasajeros, es el compromiso que he tomado, pero necesito que me ayuden, y estos señores no ayudan para nada”, fustigó el funcionario.
En declaraciones a radio La Red agregó: “No somos estúpidos. Ayer dijimos que tenemos un problema de infraestructura real, que lo estamos solucionando y hoy hay un paro, es estar en complicidad con quienes rechazan las cámaras en los trenes”.
“Estoy indignado, le están jodiendo la vida a miles y miles de pasajeros, señores que cobran 20.000 pesos de sueldo por mes de bolsillo. Cuando uno insiste en que tenemos un problema con los recursos humanos, de esto hablo”, se quejó el funcionario.
