El pasado miércoles, el líder ruso Vladimir Putin informó que se ha propuesto introducir una serie de aclaraciones a la doctrina nuclear del país que incluyen, entre otras, una ampliación de la categoría de Estados y alianzas militares y amenazas contra los cuales se empleará la disuasión nuclear.
De tal modo, se propone considerar la agresión contra Rusia por parte de cualquier Estado no nuclear, pero con la participación o el apoyo de un Estado nuclear o si se crea una amenaza “crítica” a la soberanía del país así sea esta con armas de las denominadas “convencionales”.
Esta decisión comprende -entre otras cosas- la situación por la que atraviesa el conflicto con la OTAN desarrollado en Ucrania a lo que ahora se suma la invasión parcial del país eslavo en la zona de Kursk. El pedido de Volodimir Zelensky a las dos potencias nucleares anglosajonas, Estados Unidos y Reino Unido, de contar con misiles de largo alcance para alcanzar el interior de Rusia, es algo que está tratando -en estos días- de cerrar en Nueva York, pudo haber motivado la aclaración del Kremlin, que ya venía trabajando en esta hipótesis hace mucho tiempo.
Las modificaciones en la doctrina nuclear de Rusia deben considerarse una señal para Occidente, declaró en forma contundente el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
“Esta es una señal que advierte a estos países [occidentales] de las consecuencias si participan en un ataque contra nuestro país por diversos medios, y no necesariamente nucleares“, aclaró Peskov al comentar los cambios anunciados el miércoles por el presidente Vladímir Putin.
A continuación, observó que “no sólo esta vez, sino también anteriormente, los jefes de Estado sensatos, los políticos sensatos y los analistas entienden y han entendido perfectamente la seriedad de las declaraciones del presidente Putin”.
La actitud agresiva de medio centenar de naciones, casi todas europeas occidentales con algunas excepciones asiáticas como Japón y Corea del Sur, y también la Argentina y Australia, alineadas para mantener la hegemonía de los Estados Unidos en el planeta, está generando realineamientos en el mundo. La tendencia multilateral creciente que agrupa a todo el resto de los Estados, marca la búsqueda de ser partícipes de una mejor gobernanza del globalismo, en el que todos debemos convivir potenciando el bien común en lo económico y el respeto de las distintas realidades culturales de cada lugar.
Según Peskov, tal comprensión surge sobre todo actualmente porque se trata “de una confrontación sin precedentes provocada por la participación directa de los países occidentales, incluidas las potencias nucleares, en el conflicto en torno a Ucrania”. Al responder si los cambios podrían influir en la situación global, Peskov indicó que “todavía no ha empezado a tener un impacto“.
Además, explicó que una decisión sobre la publicación de los ajustes a la doctrina se tomará más adelante. Rusia ha sido muy prudente tanto en la información como en sus decisiones acerca del uso de las armas nucleares.
“En realidad, todo el mundo es muy consciente, sus ciudadanos sensatos son muy conscientes de nuestro potencial nuclear y de su papel disuasorio”, aseguró. “Por supuesto, la disuasión nuclear se está ajustando teniendo en cuenta los elementos de tensión que se están desarrollando a lo largo del perímetro de nuestras fronteras”, agregó el portavoz. Peskov finalizó recordando las declaraciones de Putin de que “la tríada nuclear [rusa] es garante de la disuasión nuclear”.
