Las distintas consultoras políticas analizaron el lanzamiento de la fórmula que encabeza el presidente Mauricio Macri, que apuesta a su reelección, con el peronista Miguel Ángel Pichetto como vice.
Según reveló Clarín, para Mariel Fornoni, quien pertenece a Management & Fit, el binomio “fue una jugada importante de Macri, que muestra la total conciencia del poder que va a necesitar no sólo para ganar sino para gobernar. El tema central de Pichetto está no tanto en los votos que le puede dar, sino en la gobernabilidad después. Todos los gobernadores decidieron adelantar las elecciones provinciales y ahora están liberados de lo que diga Cristina; pueden armar sus boletas y dejar liberado el tema a que cada uno vote a nivel presidencial lo que quiera”.
“Ahí Pichetto suma en lo electoral y también en la libertad de los gobernadores con sus propios diputados a la hora de votar leyes indispensables para el gobierno de Macri. Tiene que ver con lo electoral en la idea de ampliar, que le venían planteando y que los dirigentes más valoradas tenían que ver con el ala política, Monzó, Frigerio, incluso Patricia Bullrich. Y mucho tiene que ver con la gobernanza y con los gobernadores, con presupuestos fuertes por la coparticipación y con diputados propios”, agregó Fornoni.
En tanto, Sergio Berensztein sostiene que el entorno político “está moviéndose a posiciones pragmáticas” y que ”los sectores más puros de Cambiemos tienen dificultades para admitir a un peronista en la ecuación”. También aclaró que “lo interesante es que hay una especie de triunfo en algún sentido curioso de la tercera vía, que buscaba el fin de la grieta, el consenso y lo consiguió a expensas de su suerte electoral, porque finalmente las dos principales coaliciones se están encargando de generar una etapa pos grieta y eso es positivo”.
Por su lado, Lucas Romero de Synopsis, sostiene que “se está dando ahora lo que llamo una ‘polarización centrípeta’, los dos polos que estaban en los extremos, en vez de tirar hacia fuera, se mueven hacia adentro. Y efectivamente esto va a producir un proceso de polarización aún mayor del escenario y la discusión queda entre dos grandes espacios, que transiten un proceso electoral con tres balotajes: uno en agosto, uno en octubre y el definitivo en noviembre. Y la dificultad que hay es que uno supere el 45% en primera vuelta y es jaque mate para el otro”.
Juan Mayol de Opinaia explicó: “Se está buscando escuchar el llamado del radicalismo y de sectores que trascienden el núcleo más cercano a Macri y expandir la oferta de Cambiemos, para tener mayor volumen y dimensión política. Es una decisión que apunta a tratar de neutralizar la disolución que estaría capitalizando el kirchnerismo del peronismo federal al incorporar a Massa. Y abre la puerta a que Pichetto con su gran cantidad de contactos y llegada al peronismo con los gobernadores pueda llegar a tender puentes para dotar a Cambiemos de una mayor capilaridad en las provincias. Incluso no descartaría que algunos gobernadores y candidaturas se vayan dando de baja próximamente. El caso Schiaretti, o la actitud de Urtubey si se acerca o termina en soledad con su candidatura, o con Lavagna”.
Pero detalló que “en cuanto a votos, Pichetto no tiene un gran caudal. Su capital político no pasa por lo electoral. Algo similar a lo que veíamos con Alberto Fernández. Sí garantiza una mayor solidez política para la coalición de gobierno y en este caso sí es un mensaje para la opinión pública y la política de que Cambiemos (o como se llame en el futuro) va a ser un gobierno de coalición y no del PRO con una coalición parlamentaria”.
A su turno, Gustavo Córdoba de Gustavo Córdoba & Asociados manifestó que “Pichetto nunca midió más de un punto” y que “en términos prácticos la decisión de incorporarlo tiene que ver con este reconocimiento de que podrían perder en primera vuelta y necesitaban generar una acción política de magnitud para tratar de romper la iniciativa política, que a mi criterio estaba del lado de la fórmula Fernández-Fernández. Es un reconocimiento también a ciertos errores estratégicos que no venían reconociendo, como no haberle dado el desdoblamiento a María Eugenia Vidal en la Provincia de Buenos Aires“.
Para Pablo Romá de la consultora Circuitos, “en términos electorales, me parece que no va a aportar una cantidad significativa de votos. Pero frente a la escasa sustancialidad de la gestión de Gabriela Michetti, Macri busca mayor volumen político Pichetto fue una figura clave para el Gobierno en el Senado. Me parece una decisión coherente”.
Mientras que Facundo Nejamkis de Opina Argentina hizo una analogía: “Como en el ajedrez, ahora juegan las negras. Hace pocos días Cristina Kirchner impactó y reconfiguró el escenario político con la decisión de ir como candidata a vicepresidenta de Alberto Fernández. El Gobierno ahora sacude el tablero, juegan las negras. Incorpora a un peronista ortodoxo, con diálogo con todos los sectores y le comunica al peronismo no k que la confrontación sigue vigente. Que el kirchnerismo sigue siendo kirchnerismo. Y que para derrotarlo hay que aunar fuerzas. Así lo expresó Pichetto en su última aparición televisiva antes del anuncio. Con claridad señaló que había dos modelos en pugna y que uno implicaba peligros para la democracia Argentina“.
“Pichetto no lidera un espacio político ni tiene un respaldo electoral. Su incorporación a la coalición gobernante hay que interpretarla en términos cualitativos”, dijo Nejamkis.
Y manifestó: “Demuestra además que, a pesar de las dificultades, logra ampliar su coalición tal como reclamó la UCR en su convención más reciente. Hay un peronista en la fórmula, y uno de verdad. Estos dos gigantes se repartirán probablemente bastante más del 70% de los votos y no hay que descartar que pueda haber un triunfo en primera vuelta. Esa eventual victoria en primera vuelta sólo sería imaginable si se produjera un reacomodamiento del voto luego de unas PASO que carecen de todo sentido en el actual escenario argentino”.
Por el lado de la agencia Real Time Data, que lidera Nicolás Solari, “la designación de Pichetto como compañero de fórmula de Macri es una reacción al acuerdo entre el massismo y el kirchnerismo. Se trata de una estrategia espejo que busca fortalecer la oferta electoral propia, ensanchándola y moviéndola hacia el espacio que ocupan los votantes que están en el centro del clivaje entre macristas y kirchneristas”.
Al mismo tiempo, Solari aclaró que “tiene tres efectos inmediatos. Por una parte, reconfigura la oferta electoral y la asemeja más a una competencia bipartidista. Por otra, potencia la polarización. Finalmente, significa implícitamente una modificación en la narrativa del Gobierno, que deberá dejar de lado la confrontación entre la nueva y la vieja política, para centrarse en el debate entre república y populismo”.
Shila Vilker de Trespuntozero considera que el binomio “es una excelente jugada del Gobierno, que los reimpulsa hacia delante. Sobre todo por la prédica y la atención que Pichetto concita entre los actores de la política provincial. Gestualmente, de cara al electorado, la incorporación de Pichetto representa apertura, diálogo y peronización; aun cuando algunos aspectos del discurso de Pichetto se encuentre más a la derecha que muchas de las voces de Cambiemos”.
“Pichetto, además, no es sentimiento pero es sensatez: por eso, es un actor que puede gustar y dar previsibilidad a los mercados. Es decir: es estabilidad en un escenario en el que la imagen de Macri está atada al dólar”, sostuvo Vilker.
“Al mismo tiempo, el anuncio revela que Cambiemos está atravesando un momento difícil. Pichetto representa la pérdida de pureza identitaria, y si a ello se suma el cambio de nombre del frente, lo que se ve es el que el Gobierno no está dispuesto a morir con las botas puestas. Pichetto no les gustará a los más antiperonistas, podrán quejarse, pero no tienen a dónde ir ni saltar. En conclusión: Pichetto puede no traer votos, pero sin lugar a dudas no hace perder uno solo”, indicó. Y añadió: “El radicalismo tendrá sus compensaciones, pero ya se anuncia como un actor de reparto que es lo que siempre ha sido en el marco de la coalición. Massa ahora también vale menos”, dijo.