Desde el Gobierno de la provincia de Buenos Aires y desde el ministerio de Salud de la Nación se está pidiendo retroceder de fase en la cuarentena y volver a un endurecimiento similar al que se llevó adelante en el inicio del aislamiento obligatorio que comenzó el 20 de marzo en la zona del AMBA.
Pero desde la Provincia aseguran que a este ritmo de contagios en 15 o 30 días el sistema hospitalario colapsa.
La pregunta que surge es, si se puede volver atrás. En relación a la gran cantidad de comercios abiertos y a la gran circulación vehicular que existe en el AMBA.
Y tampoco se puede descartar el hartazgo que tiene la gente de la cuarentena, lo que haría difícil que gran parte de la gente entienda que hay que volver atrás, a pesar de que el riesgo sanitario es grande y que la curva de casos se puede disparar.
Además, hay que tener en cuenta que se deberían volver a realizar controles estrictos de vehículos y de personas, algo que a esta altura no parece tan sencillo después de la flexibilización que hubo.
Entonces, si se quiere volver a la fase 1, habría que implementar de nuevo ls siguientes restricciones, que fueron las que se implementaron el viernes 20 de marzo:
Fronteras cerradas y suspensión del transporte aeronáutico entre jurisdicciones y viajes internacionales. Única excepción: vuelos de repatriación.
Prohibición de eventos sociales, eventos masivos, deportivos y religiosos, centros comerciales, cines, bibliotecas, locales gastronómicos, gimnasios, teatros, museos, parques y plazas y cualquier otro espacio público o privado.
Disminución de la circulación: se permiten compras de productos indispensables en comercios barriales.
Se habilita sólo a los comercios de tareas esenciales : venta de alimentos, farmacias, ferreterías, artículos de limpieza y veterinarias.
Se prohíbe el desplazamiento por rutas, vías y espacios públicos.
Restricciones a peritos y liquidadores de siniestros de compañías aseguradoras, la venta minorista (solo con pago electrónico y envío a domicilio), la atención médica odontológica y en ópticas, los laboratorios de análisis clínicos, los centros de diagnóstico por imagen, los establecimientos para víctimas de violencia de género.
Eliminación de las salidas recreativas y la actividad física.
Suspensión de clases.