Si bien este jueves se realizó la presentación de los frentes políticos que competirán en las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), la interna del Partido Justicia va más allá de eso. La guerra fría entre Cristina Fernández y su exministro de Transporte, Florencio Randazzo, duró hasta que CFK decidió ir por separado. La pregunta es: ¿Qué ganan y qué pierden ambos por esta decisión?
La expresidenta y cara del kirchnerismo, Cristina Fernández, creó la alianza Unión Ciudadana. “Después del engaño y la estafa electoral: la segunda fase del ajuste. Unidad Ciudadana para volver a tener futuro”, escribió la expresidenta y remitió a un documento programático de 15 puntos con propuestas que -sostuvo- “están abiertas al debate y al aporte”.
Firmaron ese documento los partidos Compromiso Federal, del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; el Frente Grande, del intendente Mario Secco; la agrupación Kolina, del diputado nacional Carlos Castagneto; Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella y el Partido de la Victoria, de Aldo San Pedro. Ni registro del PJ.
UNIDAD CIUDADANA para volver a tener futuro. Pueden leer y descargar la propuesta acá:https://t.co/N0FoC77ETS pic.twitter.com/5MYvqH2kKs
— Equipo CFK (@EquipoCFK) June 15, 2017
Por su parte, Florencio Randazzo encabezará el Frente Justicialista, conformada por los sectores que respaldan su candidatura, incluyendo el PJ. De todas formas, el candidato no descarta sumarse a Unidad Ciudadana si le permiten competir en las primarias (algo que no va a suceder) si hay un acuerdo político de último momento (que por supuesto no le conviene, perdería su único punto de avance). Desde ambos sectores insisten en que priorizan “la unidad” aunque, por ahora, no encuentran motivos para practicarla. Habrá que esperar al 24, día que se oficializarán las listas para octubre.
La realidad es que los hechos concretos demuestran que Cristina gane o pierda la batalla de las PASO, tiene asegurado perder la guerra en el 2019. El decline es inexorable para ella como para todos. ya fue Presidenta y líder nacional, todo lo que queda es administrar el declive. Abandonó al PJ pero cuenta con el peronismo residual del GBA (algo parecido) -una suma importantes de intendentes-, que solo existen detrás de ella salvo alguna excepción y por ello están ahí la mayoría. Los mismos que motorizaron dos elecciones presidenciales, la 2007 y la 2011 y perdieron las de 2015..
No obstante, audaz, Cristina va a embarrar la cancha lo más que pueda. Los números le dicen que tiene una imagen positiva inigualble en el PJ bonaerense (30 puntos de imagen positiva), y se vale de ellos para avanzar. Pero alejarse del PJ no suele salir barato. La “transversalidad” funcionó una vez y para Néstor. ¿Qué números la ayudarán luego para llegar al 2019? ¿Desde dónde puede aportar más Cristina a este peronismo que se está replanteando toda su estructura tras la última derrota del 2015? Será Menem II si lo intenta.
Randazzo, por su parte, tiene el desafió de ocuparse del PJ como pueda, ya que eludir la pelea planteada podría significar su muerte política. Por el contrario, si lograra un razonable resultado electoral, su futuro político podría ser auspicioso. Conseguir cerca de 10 puntos en las PASO. Si llegara a esa cifra, de todos modos, no le alcanzaría para conducir el PJ. Pero, sobreviviría a la tormenta y seguiría participando.
Cristina ganó el primer round al sumar a los intendentes, pero Randazzo le marcó la cancha y se le plantó. Más allá de como salga parado en la elección, por ahora le demostró a todos que se puede enfrentar a Cristina. Y además, el que tiene futuro en la política, hasta por una cuestión generacional, es Randazzo y no Cristina.