Cuando el periodista deportivo Walter Queijeiro se lanzó a la política, allá por 2013, como candidato a concejal del Frente Renovador en Quilmes, muchos daban por descontado que iba a convertirse en héroe de la oposición distrital que lograría desbancar al desprestigiado intendente “Barba” Gutiérrez.
Pero el desbarranque de Sergio Massa en el primer semestre del año disminuyó las chances de Queijeiro, acompañado por un dato que surgió, confirmado, recién sobre el final del cierre de listas: la aceptación de la candidatura a intendente de Cambiemos del cocinero y dirigente social Martiniano Molina, quien luego de muchos meces de negociaciones, fue convencido.
Molina cuenta con el capital intangible del cual carece el actual intendente kirchnerista entre el electorado independiente quilmeño: prestigio social, de alguien que con posibilidades de vivir en Barrio Parque se quedó siempre en su terruño, mantuvo lazos con la comunidad local, lanzó su propia fundación y es querido por los vecinos.
En este contexto, Cambiemos obtuvo casi ocho puntos más que el massismo en las PASO de agosto pasado, aunque muy lejos del Frente para la Victoria. Pero para suerte de la oposición, el kirchnerismo tuvo una ajustada interna que ganó Gutiérrez, por lo cual es mas fácil plantear una opción de cambio ante la misma persona que viene llevando adelante una gestión desaprobada por los vecinos (a diferencia de otros distritos, como Almirante Brown o Merlo, donde las actuales gestiones no podrán buscar la reelección y el cambio lo representa el mismo kirchnerismo).
Así las cosas, y con los últimos números en la mano, en el Pro buscan denodadamente algún tipo de acuerdo con Queijeiro. “Eso nos daría un triunfo casi seguro, tuvimos 27% con sólo 2 meses de campaña. Martiniano puede ganar la elección”, aseguran desde el macrismo.
Pero el periodista deportivo, un outsider de la política hasta hace poco, dialoga pero rechaza. “Hay muchos intentos pero sin éxito, la propia gente del Pro local, el grupo de Martiniano, se reunió varias veces con Queijeiro pero él rechaza todo”, explicaron a Noticias Urbanas desde el Pro.
Cuando se consulta cuál es el motivo que el concejal massista devuelve como respuesta a evitar algún pacto táctico, en Cambiemos responden: “Nada, sólo puro ego”. De esta forma, el massismo sería funcional a que el kirchnerismo logre triunfar nuevamente en el tercer municipio más poblado de la Tercera Sección electoral.
Los pactos tácticos fueron avalados en cierta forma por Massa a mediados de agosto cuando admitió –aunque luego intentó desdecirse- en una entrevista al diario La Nación que él iba a permitir que sus intendentes hagan campaña con boleta corta (es decir, repartiendo también la de Mauricio Macri) para poder defender mejor sus territorios. Algo así ya estaría pasando en distritos importantes, como San Miguel, y todo parece indicar que en varios más, cuando se acerque el 25 de octubre.