Cuando finalice el mandato de la presidenta Cristina Kirchner, Carlos Tomada, completará doce años al frente del ministerio de Trabajo, el cual abandonará aunque Daniel Scioli sea quien la suceda en el mando de la Nación, para hacer su debut como legislador porteño, cargo en el que resultó electo durante las elecciones generales de la ciudad de Buenos Aires del último 5 de julio.
En consecuencia, el interrogante pasa por saber quién lo reemplazará y cómo el próximo gobierno se relacionará con el sindicalismo, que actualmente se encuentra fraccionado en cinco partes: la CGT oficialista, la CGT Azopardo, la CGT Auténtica, la CTA oficialista y su rama “auténtica”.
Según consigna el diario Clarín, quien más chances de suceder a Tomada en un eventual gobierno de Scioli es su actual ministro de Trabajo bonaerense: Oscar Cuartango.
En tanto, de resultar electo Mauricio Macri, el que tiene todos los números es el actual subsecretario de Trabajo porteño, Ezequiel Sabor. El jefe de Gobierno porteño saliente valora mucho su gestión, sobre todo destrabando los numerosos conflictos que debió enfrentar con los metrodelegados.
De todos modos, no se descarta la posibilidad de que el líder del PRO termine optando por alguien con un perfil más político. En ese caso, Sabor será viceministro.
Por su parte, el que tiene más variantes para el puesto es Sergio Massa. El presidenciable del Frente UNA piensa en el sindicalista petrolero Alberto Roberti, que en estas elecciones va de candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, buscando renovar la banca que hoy ocupa en el Congreso Nacional y el cordobés Carlos Caserio, hombre de confianza de José Manuel De la Sota. Mientras no ve con disgusto ofrecerle el lugar a hombres de un perfil más técnico, como Alejandro Chavarría (jefe de la delegación regional Tigre del Ministerio de Trabajo bonaerense) y Alberto Freire (ex gerente de ANSES).
