Este miércoles por la mañana el jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, inauguró un nuevo período de sesiones ordinarias en la Legislatura porteña. La particularidad del caso, es que estuvo acompañado por 13 vecinos.
A continuación los datos sobre los acompañantes de Larreta que dieron a conocer desde el Gobierno porteño:
Micaela Hurtado, emprendedora. Junto a Rocila, su mamá, viven en el Barrio Mugica, en Retiro, y deciden iniciar su emprendimiento “Kyanu” de velas, home-spa y productos de belleza e higiene hace más de un año. Son del sector San Martín y están felices con el avance del proyecto de integración y urbanización “Ahora con la calle nueva de San Martín es más fácil ingresar la mercadería y expandir nuestro emprendimiento”, cuenta Mica. Siguen perfeccionando su emprendimiento y creciendo acompañados por el equipo de Integración Económica y del Centro de Desarrollo Emprendedor y Laboral. Y forman parte de Múgica Emprende, una red de emprendedores del Barrio Múgica.
Gloria Álvarez se mudó a una vivienda nueva, del Barrio 20. Ella vende comida y junto a su esposo y sus 3 hijos fueron beneficiados. Antes vivían en una habitación de 2 x 2 y el techo era de chapa. La familia fue censurada en 2016 y luego de distintos procesos de documentación y talleres finalmente se mudaron en septiembre de 2021. Gloria cuenta que está muy gustosa y contenta con el cambio. En la casa anterior había mucha humedad y su vida cambió a partir del mayor espacio de la actualidad. Gloria es administradora de su módulo y está muy contenta con el proyecto.
Gabriela y un proyecto gastronómico. Abrió su local “Sabores intensos”, en marzo de 2021 junto con Sandra, su socia. Está ubicado en el sector conocido como Islas Galápagos, a la vuelta del Ministerio de Educación, en el Barrio 31. Ofrecen una amplia variedad de opciones: tartas, milanesas, ensaladas y muchas cosas más entre las que se destaca la hamburguesa clásica. Su objetivo es seguir creciendo y aprendiendo.
Armando, médico al servicio de los demás. Es uno de los muchos héroes anónimos que ayudaron durante la pandemia de coronavirus. “El 19 de marzo de 2020 va a ser un día difícil de olvidar para mí. Hacía unos meses se habló en la comunidad científica de la aparición de un nuevo virus que produce insuficiencia respiratoria aguda y transmisión por aire, una combinación de características para un agente patógeno que anunciaba la posibilidad de una catástrofe a nivel global”, recuerda. En ese contexto se encontró con su esposa e hijos, antes de comenzar una etapa de muchísimo dolor y grandes adversidades, dice. Y se alistó a ayudar desde su trinchera, nada menos que un centro de urgencia de un hospital porteño. Y tuvo que separarse por un tiempo de su esposa y de sus hijos para evitar los contagios. Fue una decisión responsable ya la vez solidaria.
Gabriela o Gaby, y el trasplante que le dio una segunda oportunidad. A los 29 años recibió un trasplante de hígado en el Hospital Argerich. “Fue algo no pedido, los regalos son así. Y mi vida intenta dar testimonio de ese don, para devolver tanta gracia que recibí”, dice. Orgullosa, detalla: “seguí siendo hija, hermana, amiga, esposa y profesional”. Después de ser trasplantada, fue mamá y la vida se volvió más vida para ella. Trabaja en el Instituto de Trasplante, en el Área de Relaciones Institucionales. Busca llevar a los porteños un mensaje sobre la importancia de la donación de órganos y para darle respuestas a los pacientes, acompañándolos, asesorándolos y gestionando en todo lo posible.
Lorena, maestra, creyente y soñadora. A los 21 años ya era Licenciada en Administración Naviera- A los 29 se recibió de Contadora Pública y una noche algo diferente le llegó. “Recuerdo que en aquellos tiempos eran los telegramas los que nos acercaban a las aulas, no había actos públicos como hoy, ni siquiera listados confiables. Pero Dios quiso, porque así lo creo, que ese telegrama llegara a casa ofreciéndome tres horas cátedras de Administración de Empresas en mi querida Escuela de Comercio Nº 29 del barrio de Caballito”, relata. Ahí se encendió su verdadera vocación. “Ese 13 de octubre de 2006 quedó marcado en mi memoria porque me mostró algo más que una nueva tarea, me mostró cuál era mi misión en esta vida. Transité todos los turnos y tuve alumnos desde los 12 hasta los 79 años”, detalla. Hoy es la rectora de la Escuela de Comercio Nº 11, “Dr José Peralta”, en Villa Devoto.
Nancy, orgullosa programadora. Se recibió de Full Stack Php, un profesional con habilidades para la informática, en el programa tecnológico Codo a Codo, del Ministerio de Educación. Luego de 10 años trabajando en Comercio se sumergió en el mundo IT, en el Trayecto Programador del Centro de Formación Profesional 36, de la Agencia de Aprendizaje, en el año 2019. En 2020 obtuvo su certificado y a partir de entonces, se dedica al desarrollo web Back End. Actualmente trabaja en informática en una empresa. Es madre, tiene un hijo de 12 años. Dio el valiente paso de reconvertir su profesión y hoy es un ejemplo de superación y transformación.
Florencia, rectora de una secundaria pública en La Paternal y mamá. Tiene 43 años y se presenta: “soy profesora, no solo porque tengo un título que dice que estoy habilitada para dar clases en el nivel medio y superior sino también porque pienso en la educación como la única manera equitativa de mejorar nuestra calidad de vida”. Se propuso darle a su hijo “todo lo que esté a su alcance”. Quiere que aprenda, se integre y disfrute. Dice que piensa en la escuela todo el tiempo, “en mi escuela de La Paternal donde soy Rectora concursada y en el camino recorrido lleno de desafíos”. Lleva en sus espaldas todo lo que aprendió en 15 años de docencia, en cada rol que cumplió con amor y compromiso: fue preceptora, asesora pedagógica, tutora, coordinadora de área, docente siempre, y vicerrectora. Es, sobre todo, una mujer “feliz”.
Nicolás Alberto, un luchador. Tiene 39 años y es un ex suboficial del Ejército. Cuando la empresa donde trabajaba cerró, no tuvo más opción que venir a Capital y trabajar haciendo changas. La pandemia, admite, lo dejó fuera del sistema. Estaba separado y debía ocuparse y mantener a sus hijos de 6 y 8 años. La estaba pasando mal y, ante el riesgo de vivir en la calle, le sugirieron el programa Buenos Aires Presente (BAP), donde descubrió personas increíbles que lo ayudaron. “Siempre fui de pelear, de no bajar los brazos y la vida me dio la posibilidad de encontrar muy buenas personas”, admite. “No estoy avergonzado por donde estoy porque esta es otra batalla que tengo que pelear”, cierra.
Lucía Crew, casi 40 años trabajando en seguridad. Fue parte de los Consejos de Prevención Comunitaria y los Foros de Participación Ciudadana. Conoce a la mayoría del Personal Policial porque hizo su carrera al lado de ellos. Estuvo en la administración de Prevención en grupos de WhatsApp y fue coordinadora de la Comisión de Seguridad del Consejo Consultivo, en la Comuna 14. Es la creadora del movimiento “Vecinos Junto a Policías”, que tiene un objetivo muy noble: reconocer a los policías por su trabajo. En total, ya reconocieron a más de 130 oficiales. “Hoy siento orgullo del acercamiento entre vecinos y policías, la Seguridad Pública es admirable y muy beneficioso el trabajo mancomunado”, detalla.
Gabriela Delgado, emprendedora del agua limpia. Ideó un emprendimiento llamado NoBac, que es un sistema filtrante para el tratamiento y acondicionamiento de agua para consumo humano para familias que no tienen acceso a agua de red. Gabriela participó del concurso “Vos lo hacés” y eso le permitió acceder a un programa de mentoría especializado que le sirvió para avanzar en el proyecto tanto en la red de contactos estratégicos como en el tema de las alianzas y la parte tecnológica como dinámica del proyecto. Gabriela tiene previsto para este año comenzar con la producción seriada de los sistemas NoBac para que las familias puedan acceder a bajo costo a tecnología de calidad.
Milagros Mariati, desafío del primer empleo. Tiene 23 años y fue contratada por la empresa Cat Technologies. “Ingresé por medio del programa Empleo Joven, que encontré a través de las redes”, señala. Así se pagó los gastos para estudiar y hoy es una estudiante exitosa en medicina. “Me ayudó a independizarme económicamente. Estudio con la tranquilidad de saber que cuento con una obra social que anteriormente no tenía. Pienso en mi futuro y en proyectarme profesionalmente. Quiero progresar”, sostiene.
Diego Cavallini, beneficiario del programa “Empleo Joven”. El plan da incentivos para que los jóvenes puedan insertarse en el mercado laboral, proporciona una asistencia económica mensual para solventar por 12 meses, de forma exclusiva y parcialmente, el pago del salario de aquellos que llegan a un trabajo. Diego tiene 23 años y consiguió trabajo en la empresa Green Eat. “Tengo la oportunidad de estar estudiando al mismo tiempo, gracias a que la empresa valora mis horarios y eso me permite pensar en un futuro mejor para mí”.