El confirmado candidato para 2018 por el Partido Liberal-Demócrata de Rusia (LDPR), Vladímir Zhirinovski, propuso que se traslade la residencia principal del presidente de la Federación Rusa a un punto que no informó, pero que desea que sea fuera del Kremlin de Moscú. La moción generó una fuerte polémica en toda Rusia.
Zhirinovsky propuso convertir al Kremlin en un museo, que en su opinión sería visitado por millones de turistas, a la vez que se debería construir un nuevo edificio para que resida el presidente. El liberal-demócrata afirmó que su planteo será uno de los puntos principales de su campaña para 2018.
“El Kremlin debe ser liberado -propuso-: allí debe haber solo un museo. La residencia del jefe del Estado hay que trasladarla y construirla en otro buen lugar. Y el Kremlin es un enorme museo que puede albergar a millones de turistas a la vez“, dijo.
Una breve historia del Kremlin
El Kremlin de Moscú es un complejo rodeado por una muralla, que incluye edificios militares, civiles y religiosos, ubicado en el corazón de la capital de la Federación Rusa, limitado por el río Moscova por el sur, por la Plaza Roja por el este y por el Jardín de Alejandro por el oeste.
Dentro de las murallas del Kremlin se erigen cuatro palacios: el Palacio de las Facetas; el Palacio de los Terems; el Palacio Poteshny y el Palacio Estatal. Junto a ellos se levantan la Catedral de la Dormición; la Catedral de la Anunciación; la Iglesia de la Deposición del Manto de la Virgen; la Catedral del Arcángel Miguel y la Catedral de los Doce Apóstoles.
Existen otros edificios, como el Palacio del Senado, el Gran Palacio del Kremlin, la Armería y el Arsenal del Kremlin. Además, contiene dos monumentos principales, que son el Tsar Pushka (el Cañón del Zar) y el Tsar Kólokol (la Campana del Zar).
El Kremlin es el emblema de la presencia de los eslavos. Su construcción comenzó en los siglos XI y XII, cuando sólo se conocía a la localidad como Kuchka y la muralla protegía a los mercaderes y artesanos de la región, que se reunían en el lugar.