La oposición peronista se opuso, tanto Unidad Ciudadana (UC) como el Bloque Peronista (BP), y Evolución se abstuvo.
Tres importantes legisladores del oficialismo, el vicepresidente primero de la Legislatura, francisco Quintana; la presidenta de la Comisión de Planeamiento Urbano, Victoria Roldán Méndez, y el vicepresidente primero del bloque de Vamos Juntos, Maximiliano Ferraro, apoyaron los proyectos aprobados y que fueron impulsados por el Poder Ejecutivo porteño.
“Hace décadas que estos códigos no se modifican, y son un tema central en la vida de los porteños”, aseguró Francisco Quintana, vicepresidente primero de la Legislatura.
“Una vez aprobado, el Código de Edificación va a tener un impacto directo sobre las expensas, que progresivamente van a bajar en varios de sus incisos, sobre todo en las construcciones nuevas”, destacó el legislador del Pro.
Para finalizar agregó: “Con el nuevo Código Urbanístico buscamos conseguir una Ciudad más integrada y mayor equidad entre el norte y el sur, respetando la fisonomía urbana”.
Con respecto al tratamiento que tuvieron los Códigos, la legisladora Victoria Roldán Méndez, presidente de la comisión de Planeamiento Urbano, destacó: “Llegamos a la primera lectura con cinco meses de debate por capítulos en la comisión, más de 40 reuniones con asesores, diputados, entidades académicas, vecinos y organizaciones”.
“Aprobamos dos códigos de vanguardia para la Ciudad”, agregó Roldán Méndez.
En respuesta a la intervención de la oposición, la legisladora de Vamos Juntos respondió que “no podemos decir que no se han escuchado distintas voces y que no ha tenido una escucha activa de los vecinos”.
Por su parte, Ferraro señaló: “El objetivo principal de lo que debatimos hoy es que a través de un debate político – filosófico que se expresa en los lineamientos de un Código Urbanístico se puedan establecer en la coincidencia y no coincidencia entre los distintos bloques parlamentarios una clara política pública y de Estado para poder proyectar qué tipo de ciudad queremos para los próximos 50 años”.
Y agregó: “Pretendemos que ese modelo en torno al desarrollo urbano esté atado a mejorar la calidad de vida de los porteños, que logre garantizar espacios públicos mucho más inclusivos, sustentables, promoviendo la educación, la cultura, la diversidad, el disfrute y el encuentro con el otro”.
“Esta es una normativa muy importante para los próximos años de nuestra Ciudad y no pude estar separado de los encuentros y desencuentros que tuvo la conformación de nuestra propia Buenos Aires, aquella ciudad del fervor, ideal, soñada o aquella ciudad en crisis. Durante todos estos años fue conviviendo entre encuentros y desencuentros, presentes en el debate del código urbanístico y en este recinto en lo que estamos discutiendo”, dijo el legislador.
Además, señaló: “Tenemos que estar preparados en la Ciudad, tenemos que poder proyectar y no que el tiempo nos corra, y no estemos a la altura de lo que es repensar ese modelo de ciudad que queremos”, aclaró.
“Seria de una lectura parcial sino planteamos este debate de una manera integral y complementaria, me refiero al DNU que dictó el jefe de gobierno para el que debate encuentre la armonía lógica que necesitábamos para votar esta primera lectura. Sumado a eso la Ley de plusvalía y también lo que fueron y lo que son -y que contaron con el apoyo de todos los bloques- las leyes específicas vinculadas a las urbanizaciones de los barrios de nuestra ciudad que llevan adelante los procesos de integración social y urbana que son la Villa 31, el barrio Carlos Mugica, el playón de Chacharita, Rodrigo Bueno”, explicó el legislador.
“Creemos que es necesario brindar este nuevo marco normativo a la gestión urbanística que responda a las necesidades actuales y futuras de nuestra Ciudad, con normas claras donde no habrá libre interpretación desde la administración. Por eso estamos diseñando y proponiendo una ciudad a escala humana, donde el vecino sea el principal beneficiario de todas las transformaciones que se vienen en Buenos Aires”, dijo Ferraro.