Rafael Pascual: “Es fundamental para nosotros ganar en 2017”

Rafael Pascual: “Es fundamental para nosotros ganar en 2017”

El exdiputado radical se muestra partidario de enfrentar a Rodríguez Larreta en 2017 y en 2019, de la mano de Martín Lousteau. Dice que, si esto ocurriera, "Larreta tendría un problema".

Rafael Pascual en otros tiempos, ingresando a la Casa Rosada.

Hablar con Rafael Pascual es -mientras los interlocutores entran en tema- comenzar hablando de Parque Patricios, de Huracán y de la entrañable presencia en las cercanías de su casa del que fue el hogar de Guillermo Barbieri, el legendario guitarrista de Carlos Gardel. Las anécdotas fluyen sin parar, como cuando relata que en el avión en el que murió, Gardel traía en una valija la plata que había cobrado en la gira final, que lo llevó desde nueva York a Medellín, adonde encontró la muerte en un accidente aeronáutico. Todo esto, hasta que la política entra por la ventana en el diálogo, del cual no se irá ya más.

Está algo alejado de los medios, pero no de la política, me imagino.

Estoy haciendo lo mismo de siempre. Soy delegado al Comité Nacional, del cual soy miembro de la Mesa. No tengo un cargo visible, pero sabemos que existen dos realidades en este mundo: la que muestran los medios y la que realmente existe. Yo sigo aquí, aunque no me muestren los medios, hace 45 años que milito en el radicalismo, en el mismo lugar de siempre.

¿Existe una reformulación del Radicalismo?

El radicalismo es uno solo, aunque los tiempos cambien. Ahora cambió el rol de los partidos políticos. Después de la sanción de la nueva Constitución de 1994 -aunque no por ella-, los partidos están en crisis y la crisis del 2001 se llevó puesto al radicalismo. Yo, en esa época estuve en contra del Pacto de Olivos, que permitió la reelección de Carlos Menem. Esto nos desacreditó fuertemente. De todos modos, el radicalismo nunca se fue y sigue teniendo su estructura territorial, porque si uno va y le pregunta a alguien porqué es radical -lo mismo pasa con el peronismo-, contestará que su padre, madre, abuelo o tío eran radicales -o peronistas- y que los otros -radicales o peronistas- son un desastre. Por eso, siempre está presente. En los últimos 15 o 20 años, dejamos la democracia de los partidos políticos para pasar a tener una democracia de candidatos. En esto tuvieron mucho que ver las PASO, que para mí fueron una claudicación, porque favorecen a los que no se comprometen con un partido y por eso, se vota a cualquiera. En este sistema, les quitan a los afiliados la posibilidad de elegir a otros afiliados en una interna y que luego los demás voten al que prefieran. Este condicionamiento debilita a los partidos, como ocurrió con la UCR.

La conflictiva relación que sostienen los radicales con Mauricio Macri tampoco fue ajena a la conversación y en este punto Pascual aclara el panorama, porque algunas versiones dan como casi finiquitada la relación entre el Pro y la UCR. “Los radicales no podemos reprocharle nada a Macri, porque nosotros hicimos alianza con él para ganarle al kirchnerismo y ese objetivo se cumplió. Lo mismo pasó en 1999, cuando los radicales lo hicimos algo similar con el Frente Grande para ganarle al peronismo. Ahora, una vez concretado el triunfo, se abre otro marco en la discusión. Los radicales tenemos problemas con el Pro en varias provincias, como Córdoba -por la alianza que sostiene Macri con De La Sota-; en Buenos Aires -por los coqueteos de Vidal con los peronistas-; en Catamarca, en Chaco y en Tucumán. En estos últimos casos, en los que hay gobernadores peronistas, notamos que el Gobierno los ayuda a ellos y nosotros pretendemos que nos ayude a nosotros, que en esas provincias somos oposición y necesitamos crecer. Son las reglas del juego”, aclara, con socarronería.

En este marco, el expresidente de la Cámara de Diputados entre 1999 y 2001 se muestra esperanzado en que “la UCR va a crecer en el norte de Argentina, de la mano de la gestión de Gerardo Morales en Jujuy, en tanto que en otras dos provincias hay diferentes particularidades. La primera es Santa Fe, adonde ahora se está conformando Cambiemos, que no existía allí. De esta manera, se va a abandonar la coalición con los socialistas, que nos maltrataron permanentemente. La segunda es la ciudad de Buenos Aires, donde no sabemos aún cómo se va a enfrentar al Pro, si dentro de Cambiemos o no. Nosotros no estamos adentro de Cambiemos por razones cronológicas, porque entre la primera y la segunda ronda en la elección para jefe de Gobierno, se armaron las listas de diputados y senadores nacionales. En ese ínterin, nosotros ya estábamos comprometidos para ir a la segunda vuelta con ECO y no podíamos bajar la lista, por lo que el enfrentamiento era inevitable.

Y el año que viene, ¿qué va a pasar en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires?

Lo primero es que Lousteau va a ser candidato, de eso no hay duda. La pregunta es: ¿va a ser candidato en 2017 o en 2019? De nuevo aquí tenemos una respuesta: en 2019, no hay duda de que será candidato. Nosotros tenemos diferencias importantes con Rodríguez Larreta y además, no formamos parte del acuerdo de gobierno en la ciudad. Por eso es que vamos a ir a la elección como ECO, como Suma+ o como Cambiemos, remató el exdiputado, dejando la puerta abierta -en una actitud muy radical- para la apertura de las negociaciones.

Para explicar sus opciones, Pascual relata que “en la ciudad siempre hubo una tercera fuerza, que fue el peronismo en una época, luego lo fue el Pro y ahora lo somos nosotros, aunque en realidad somos la segunda fuerza, dado que en la primera vuelta electoral de 2015, el kirchnerismo terminó detrás nuestro y fue Lousteau el que protagonizó la segunda vuelta, contra Rodríguez Larreta. La próxima elección va a ser interesante, porque el Pro es el encargado de administrar los tres resupuestos más grandes de la Argentina, que son los de la Ciudad, la Nación y la Provincia. De todos modos, los votantes porteños siempre se distinguieron por votar en forma independiente del resto del país. Yo creo que nosotros tenemos que enfrentar al candidato del Pro, porque un triunfo en la Ciudad nos abriría un panorama diferente”.

Profundo conocedor de las opciones del radicalismo, sus fortalezas y sus debilidades, Pascual advierte sobre que “el radicalismo tiene dos puntos débiles, electoralmente hablando: la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires. Si Martín es candidato en 2017, el Pro tiene un problema, porque al ser embajador en los Estados Unidos, Lousteau es muy bien visto por los porteños. De esta manera, una derrota del Pro no sería vista como una derrota de Macri, sino sólo como una derrota de Rodríguez Larreta. Igualmente, un triunfo de Martín Lousteau, abriría nuestras posibilidades en otros distritos, entre los que están San Isidro, Vicente López, San Martín y San Fernando. Sería fundamental para nosotros ganar en 2017, porque necesitamos conservar nuestro poder parlamentario. El radicalismo debe renovar una 25 bancas, de 40 que tenemos hoy. Paralelamente, las negociaciones van a ser duras, porque el Pro también querrá aumentar sus bancas”.

¿Qué pasaría si Horacio Rodríguez Larreta los llama para negociar la formación de Cambiemos en la Ciudad?

Él está en una posición desventajosa en la Ciudad, porque no tiene candidato y depende exclusivamente de cómo le vaya al Gobierno nacional y de cómo lo haga él mismo y en este último punto, no está bien. De todos modos, quizás Larreta negocie las listas, pero no lo va a hacer con los cargos en el Poder Ejecutivo, al menos por ahora, porque Cambiemos hoy no existe en la Ciudad, tal como le dije anteriormente.

Pascual se mostró esperanzado, además por lo que colige acerca del futuro del peronismo, al que imagina que sufre por hoy “un gran deterioro, como nunca vimos. Adicionalmente, el año que viene no va a tener la caja que tuvo durante 24 años para armar sus opciones en el Gran Buenos Aires. Para aumentar los problemas que sufre, la corrupción de los kirchneristas perjudica enormemente al peronismo, ni hablar de López ni de la foto del dinero de la caja de seguridad de la propia Cristina”.

El ex diputado continúa apostando a los problemas futuros del peronismo, enunciando que “además, no tiene líder y el dirigente más importante que tiene -desde el punto de vista institucional- es Miguel Pichetto, que es el más débil desde el punto de vista político. El peronismo, en el tiempo que media entre el día de hoy y las elecciones de 2017, no tiene tiempo para recomponerse, por lo que veremos si podemos construir una opción para los próximos ocho años”.

Finalmente, sobre el “affaire Aranguren” y el ajuste que la alianza de la que forma parte desarrolló en los últimos ocho meses, Pascual minimiza los riesgos. “Se está recuperando la economía, bajó la inflación y si el kirchnerismo sigue así, Macri va a crecer. Además, si lograra quedarse por ocho años en el poder, le podría asestar un duro golpe al peronismo”.

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