El magistrado desestimó las acusaciones de Rakauskas contra la fiscal por falta de imparcialidad, a partir de que Cuñarro pidió pericias psiquiátricas pendientes de otras dos causas que la misma denunciante hizo a su madre, un año antes de la de Espinoza, y contra su abuelo, de 87 años, un año después de la que realizó contra el intendente de La Matanza.
En el ámbito judicial, esto se leyó como un muy fuerte respaldo para la tarea de la fiscal Cuñarro.
Ambas, que según el criterio fiscal marcan un contexto ineludible, fueron consideradas denuncias falsas por dos juezas diferentes.
Mónica Cuñarro es una prestigiosa fiscal con más de30 años de trayectoria y que se abocó a cumplir lo indicado por la Cámara de Apelaciones, que ordenó profundizar la investigación antes de elevar la causa a juicio oral.
En esa tarea, Cuñarro pidió que se complete una pericia psiquiátrica ya ordenada por una de las juezas intervinientes en una de las dos denuncias falsas, a lo que se suman otras medidas de prueba imprescindibles para completar la investigación.
El juez pidió que en el plazo de 20 días se dé por finalizada la investigación, pero este debe considerarse como una fallo orientativo toda vez que los camaristas priorizaron la profundización de la investigación sobre la que han ido surgiendo muchas dudas a partir de los audios señalados y, antes de eso, la existencia en la justicia federal de una causa de espionaje y lavado de dinero hecha contra Rakauskas por haber sustraído de la Municipalidad 18.000 archivos digitales a lo largo de los nueve días que estuvo en período de prueba, expediente en el que la fiscalía interviniente pidió su declaración indagatoria.