Un fiscal rechazó el pedido de excarcelación del jefe de la Policía de la Ciudad, comisario general José Pedro Potocar, en tanto el ministro de Seguridad porteño, Martín Ocampo, aseguró que la suspensión es “lo mejor para la institución y para preservar la investigación” en la que está involucrado el uniformado.
“Hablé con él el día que tomamos la decisión de separarlo de la fuerza (el sábado pasado), le comunicamos que nosotros entendíamos que era lo mejor”, expresó el funcionario porteño en declaraciones al canal C5N.
Además, Ocampo aseguró que el Plan Integral de Seguridad Pública que planteó el gobierno de la ciudad de Buenos Aires a principios de abril “no se lesiona en nada” con la detención de Potocar.
“Junto con ese plan hay un equipo que trabaja para llevarlo adelante, desde el Ministerio, desde la Policía, para darles más seguridad a los vecinos”, dijo el funcionario, quien agregó que “ese equipo no se lesiona y seguimos trabajando como lo hacemos siempre”.
En relación a la acusación que pesa sobre el comisario general por el supuesto cobro de coimas a comerciantes, Ocampo consideró que “hay que dejar que trabaje la Justicia y darle tiempo para que se investigue y se sepa la verdad de los hechos”.
En tanto el fiscal del distrito porteño de Saavedra y Núñez, José María Campagnoli, ratificó su sospecha sobre que el suspendido jefe de la Policía de la Ciudad era “uno de los jefes de la organización” que cobraba dinero a comerciantes a cambio de protección.
Potocar, detenido el martes, “no podía desconocer lo que pasaba en la comisaría 35”, presunta base de la organización, dijo a la radio Mitre el fiscal responsable de la investigación del caso.
Campagnoli emitió este miércoles un dictamen en el que pidió que se rechace el pedido de excarcelación de Potocar dado que hay “un sinnúmero de pruebas” contra del jefe policial que justifican su detención.
Recordó que la investigación por la que fue detenido Potocar y varios policías de la comisaría 35 comenzó en marzo de 2016 con una denuncia anónima “donde se hablaba de un sistema de recaudación piramidal, de recaudación espúrea por parte de la comisaría y ya se mencionaba al entonces director general de Comisarías, que era el comisario mayor Potocar”.
“Es una pirámide donde hay soldados, obradores que son los que ponen la cara ante los comerciantes y obtienen el dinero espúreo”, subrayó.
“Cuando hacemos los procedimientos, se encuentra en el escritorio del comisario hoy prófugo (Norberto Villarreal) un cuaderno, donde de su puño y letra surgía el nombre de ‘cachorro’ o ‘gusano’ como que eran los cobradores, cómo el dinero se repartía entre los jefes policiales, cómo le llegaba a una persona que le decían la gorda. Y el dinero cómo le llegaba al director general de comisarías y seguía hasta la Superintendencia de Seguridad Metropolitana”, contó. Para Campagnoli “no hay ninguna duda que ese cuaderno era de Villarreal”. Además aseguró que ese cuaderno “tiene un montón de anotaciones” de importancia para la investigación penal a su cargo.
“Sospechamos que Potocar es uno de los jefes de esta organización y esa es nuestra acusación. Creemos que cualquier persona que fue comisario de zona no puede desconocer todo eso. Ateniéndonos a lo que dicen los testimonios, los propios policías, que dicen que sentían una presión enorme para tener que recaudar sino sufrían consecuencias, nos hace pensar que esa recaudación que encaraba el comisario Villarreal iba para arriba”, dijo.
Agregó que “cualquier persona que va a una cancha de fútbol, a un recital o a cualquier lugar donde haya un evento público se da cuenta que como ciudadano resigna un montón de derechos”.
“Creo que ese aparato de recaudación espúrea, ilegal, que estamos corroborando con pruebas en este expediente, es algo que lamentablemente se debe replicar en varias comisarías de la Ciudad de Buenos Aires”, puntualizó.
Campagnoli admitió que “hay mucha gente que puede decir que Potocar es honesto: de momento él es inocente, goza de la presunción de inocencia de todos los ciudadanos”, pero remarcó que “la Cámara de Apelaciones ha corroborado el trabajo de la Fiscalía y el trabajo del juzgado”.
Consideró que “hay muy poco control” sobre la Policía y que la división de Asuntos Internos, que es la encargada de supervisar a los agentes, no debe estar conducida por policías sino estar “en manos de civiles”.
“Pienso que hay muy poco control sobre la policía, poco control sobre quien llega a comisario. Da la sensación que por un capricho de los jefes se pone a un comisario en una u otra comisaría”, afirmó.
Asimismo consideró que “es fundamental que la fuerza policial sea conducida por un civil, que es lo que está pasando ahora por accidente”, en referencia a que la fuerza quedó en manos del subsecretario Marcelo D’Alessandro a raíz de la suspensión de Potocar.
“En esta causa, cuando allanamos Asuntos Internos, encontramos en un escritorio 70 mil pesos. Muchas veces, cuando un comisario tiene que investigar a otro comisario que son compañeros de camada, que estuvieron juntos en la escuela de cadete, las posibilidades de éxito son bastante bajas. Yo no he visto nunca que Asuntos Internos procese a un comisario, un comisario inspector, mucho menos un jefe policial”, dijo el fiscal.