Una de las primeras que levantó bandera en defensa de la Confitería Richmond, que cerró sus puertas hace dos años fue la legisladora María José Lubertino. Después de varios embates judiciales y algunos intentos desde el Parlamento por evitar el ocaso del emblemático edificio apostado en calle Florida, el Gobierno porteño ordenó modificar el tipo de uso y alentar un plan se salvataje al bar notable. La diputada kirchnerista, sin embargo, refutó la medida y aseguró que se “desvirtuó” el sentido de la protección.
“Entendemos que esto es una avanzada más de los desarrolladores inmobiliarios y del triunfo parcial de la lógica rentística que ha predominado en la gestión de Macri, quienes tienen el deber de defender la protección patrimonial acaban siendo funcionales a la lógica del mercado”.
En sintonía, consideró que “es posible proteger el patrimonio sin hacer concesiones cuando existen suficientes recursos para proteger y preservar estos espacios, que no pueden competir con otro tipo de negocios pero que debemos proteger en función de la historia y cultura de nuestros barrios”.
Con más acusaciones contra el Gobierno de la Ciudad, opinó que “autoriza por medio de una resolución del Ministerio de Desarrollo Urbano un uso que desvirtúa el concepto original de este bar notable, defendido y protegido por la Legislatura de la Ciudad”.
Y abundó: “Los ministros Daniel Chain y Hernán Lombardi son cómplices haciendo lo que planificaban desde un principio, un negocio. Para ello avanzan en depredar el patrimonio, que nosotros/as protegimos hacen negocios inmobiliarios”.