Reciclaje del sebo: una industria que crece y genera trabajo genuino

Reciclaje del sebo: una industria que crece y genera trabajo genuino

Dos empresas de Bernal son las líderes del mercado con 1.100 empleados.


En todo el país la agroindustria relacionada con la carne genera un total de 858.459 puestos de trabajo, según la Bolsa de Comercio de Rosario, si se tiene en cuenta todo el proceso desde la crianza pasando por la faena hasta el reciclaje que se hace con el sebo. Sin embargo poco se sabe de esta última etapa de la cadena, que incluso genera exportaciones anuales que superan los U$S 40 millones.

Dentro de ese rubro, clave para el manejo de los desperdicios de frigoríficos y carnicerías, las empresas Rendering S.A y Refinería Sudamericana (RGS), situadas en la zona industrial de Bernal, al oeste del partido bonaerense de Quilmes, demandan 1.100 puestos de mando de obra entre los directos y los indirectos.

Ambas empresas son de las más importantes en el rubro del procesamiento del sebo. La primera, Rendering, se encarga del paso inicial de la materia prima que es cocinar el desecho en un digestor. A fuerza de muchos grados de cocción, que además ocurren en uno de los cinco digestores más grandes del mundo, el sebo procesado se convierte en un insumo clave para la industria de alimentos, de biocombustibles y farmacéutica.

Esa materia prima que sale de Rendering S.A se transporta luego a Refinería Sudamericana (RGS) para que, dependiendo del nivel de descomposición que tiene el sebo antes de cocinarse, sea usada para alguno de estos tres rubros: alimentos o biocombustibles. Todo el proceso hace que esas dos empresas en la zona industrial de Bernal, al oeste del partido bonaerense de Quilmes, precisen de 300 empleados de forma directa. Pero el impacto en la sociedad de esa localidad no termina ahí.

A esos 300 puestos de trabajo de forma directa dentro de las dos empresas se le suman 100 más como consecuencias de las reformas constantes que suceden en ambas fábricas. La forma de contratación es simple: priorizar a pymes o cuentapropistas de Bernal, al oeste del partido de Quilmes. Lo mismo aplica para los otros 700 empleos que genera de forma indirecta de la mano de proveedores. Nuevamente allí se aplica la misma regla de priorizar lo local antes que lo de otros distritos u importaciones. Y así lo decidieron en las empresas desde la fundación de la primera de ellas en 1937.

Por esa razón, además, apuestan al fortalecimiento de los vínculos con la comunidad. Un ejemplo de eso es la búsqueda de financiamiento entre las industrias de la zona para el club infantil 9 de agosto que tiene su portero frente a Refinería Sudamericana (RGS). Junto con otras empresas de la zona el objeto es construir un polideportivo en ese predio para que los jóvenes que lo frecuentan puedan practicar otro deporte además del fútbol. Pero por fuera de la labor social, Refinería Sudamericana (RSG) y Rendering S.A son dos actores de peso en el rubro del reciclaje del sebo. Y ahí radica la importancia de ambas empresas.

Por año se reciclan 1,45 millones de toneladas de sebo de las cuales 165 mil se exportan, de acuerdo a las cifras de la Cámara de Subproductos de Ganaderos. Por día en Rendering y sucesivamente en Refinería Sudamérica (RGS) se procesan 500 toneladas lo que las convierte en el principal “player” de la industria en Argentina.

Por año, según fuentes de la empresa, Refinería Sudamericana exporta más de U$S 20 millones por el sebo procesado para biocombustibles o alimentos, algo que no es menor teniendo en cuenta la necesidad del país de divisas. En ese contexto, tan sólo por el rubro de los alimentos logró posicionarse como proveedor de países del sudeste asiático, como Bangladesh, Tailandia y Vietnam, que utilizan la harina de carne y hueso como insumo para la cría de peces.

A eso se le suma la ventaja, sobre todo para los próximos años, que generaron las nuevas regulaciones en la industria de los vuelos aéreos que permitieron biocombustibles con insumos derivados del sebo procesado. Lo que a su vez representa una oportunidad para la Argentina por ser uno de los países de mayor consumo de carne en el mundo.

Para que la actividad del procesamiento de sebo no tenga un impacto ambiental y además sea rentable se precisa de una inversión constante. Por ejemplo en Rendering S.A no sólo tienen uno de los digestores (donde se cocina el sebo) más grande del mundo con un valor de U$S 1,3 millones, a lo que se suma el mismo precio a pagar para tenerlo en funcionamiento, sino que en el último año pusieron en funcionamiento un aquacondensador por el que pagaron medio millón de dólares más una cifra similar para su instalación.

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