La reciente intervención de la Justicia al Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de Capital Federal y Gran Buenos Aires (Sivendia) sacó a luz una causa que pesaba sobre los hombros del desplazado y embargado conductor de este sindicato, Omar Plaini.
Se trata de enfrentamientos internos de los que no todos los porteños estaban al tanto y de la cual hoy corren varias versiones. La misma suerte correría entonces para los denunciados hechos de corrupción dentro de este gremio, por lo que Noticias Urbanas se remitió al autor de esta causa judicial, José Olivo, para esquivar las segundas versiones y así esclarecer brevemente los puntos claves para comprender esta batalla que se librará ahora en Tribunales.
En el 2013, cuando la Comisión Directiva de Sivendia convocó en las instalaciones de UATRE, sita en av. Independencia al 3060 de la Ciudad, a asamblea para elegir las autoridades que conformarían la Junta electoral del gremio, “los integrantes de La Lista Azul” -a la que pertenecía Olivo- impugnaron “la referida convocatoria por no reunir el espacio físico, las condiciones de capacidad y seguridad para los compañeros que pudieran asistir a ésta”.
Así, el gremialista de “7 de Noviembre” argumenta que para comprender la importancia de esta decisión, es necesario aclarar que “en las instalaciones de UATRE en la seccional de Necochea, en la asamblea convocada por Aceiteros, desconocidos habían generado disturbios y hasta hubo heridos de bala”.
“En el 2013 hubo una elección donde se presentaba la lista opositora encabezada por José Olivo, el mismo que pretende hoy encabezar las elecciones que se planeaban para septiembre, aunque ahora eso entró en duda. Allí se cometió fraude electoral, donde votó gente muerta y hasta afiliados truchos. Entonces Héctor Recalde le sugirió no presentarse, Olivo le hizo caso y entonces ganó Plaini, que condujo estos cuatro años y la causa quedó abierta porque lo tomaron como ganador legítimo, pero ahora salió todo a la luz”, dijo una fuente de Unidad Canilla a este medio, complementando la versión.
Finalmente, el viernes 27 de setiembre de ese año, el Ministerio de Trabajo firmó una resolución suspendiendo las elecciones. “Por eso terminamos no presentándonos, si lo hubiésemos hecho se caían todas las denuncias y, además, hubiésemos sido pasibles de sanción por desoír una decisión de autoridad de aplicación”.
Si bien la decisión tomada por juez federal Marcelo Martínez de Giorgi de desplazar a Plaini fue argumentada en un largo informe que se amasa desde hace cuatro años, el también diputado nacional del monobloque Cultura, Educación y Trabajo, se defendió catalogándose como víctima de una “persecución política y jurídica”, por lo que pidió que “la justicia actúe”, ya que se estarían “violando todos los derechos constitucionales”, y que habría “un ataque al movimiento sindical argentino”.
Ante esta actitud, Olivo prefirió guardar su opinión al respecto, aludiendo que quien debería aclarar y justificar esta acusación no es otro que el mismo Plaini. Al mismo tiempo, se mostró en desacuerdo con el allanamiento e intervención del gremio que se produjo como resultado de la ejecución de su longeva denuncia: “Ningún trabajador que se precie de tal puede estar de acuerdo en que extraños al gremio conduzcan el destino de los trabajadores canillitas”, explicó e instó a que se llamen a elecciones dentro del sindicato “a la brevedad”, “luego de verificar que los afiliados habilitados para emitir el voto son realmente trabajadores canillitas en actividad”.
En su lugar, Olivo explicó que la manera correcta de interceder por parte de la Justicia: “En primer lugar, cuando impugnamos reclamamos en sede administrativa la presencia de un delegado electoral para que garantizara un proceso electoral transparente, libre y democrático”.
A propósito de este tópico, José Olivo confirmó que mantiene intenciones de presentarse en las próximas elecciones gremiales, a través de la Alianza Movimiento de Unidad Canilla (MUC), el cual es “un espacio en formación donde confluimos diferentes agrupaciones y círculos que trabajan gremialmente por y para la actividad”.
Finalmente, detalló que este espacio velará por “la defensa de los intereses de los canillitas” y que “hoy el principal problema es el salario del trabajador canillita”, donde es necesario “garantizar cantidad y calidad de publicaciones, mejores condiciones laborales en acuerdo con los municipios y gobiernos locales”.