El martes doscientos cincuenta trabajadores de la Biblioteca Nacional y del Museo del Libro y de la Lengua fueron separados de su cargo, titulado bajo la causa “desvinculación” y justificados por “reducción de personal”. Así, el edificio creado poco después de la Revolución de Mayo, y que vio a Borges como su director, reduce un cuarto su personal.
Según el boletín oficial, “la Biblioteca Nacional, que en 2005 contaba un plantel de 306 trabajadores, ha visto crecer su personal de manera constante a lo largo de la gestión de diez años de su último director, Horacio González, hasta llegar a los 1.048 actuales”. Además, agrega que “este crecimiento desproporcionado, sumado al gran número de irregularidades registradas en expedientes de contratación y a 50 casos detectados de personas que perciben remuneraciones sin asistir a la Biblioteca ni cumplir ningún tipo de horario originaron esta decisión”.
Por otra parte, el exdirector de la biblioteca Horacio González escribió este miércoles en una nota en el diario Página 12 que “el Ministerio de Cultura tomó una medida bien cultural, la única que hasta ahora se le conoce: creó la Cultura del Telegrama de Despido”. En la misma línea, también opinó en el mismo matutino la exdirectora del Museo del Libro y de la Lengua, María Pía López, quien considera que Manguel “es un CEO” y que es “alguien que piensa lo que ve en términos de rentabilidad, que actúa con cálculos de costos y cuya única invención cultural es la escritura de telegramas de despido”.