El legislador, Juan Francisco Nosiglia (UCR-Evolución), recibió al secretario General de la Unión Argentina de Maestros y Profesores (CAMYP), Eduardo Müller, y a la secretaria adjunta, Karina Costaguta, con quienes dialogaron sobre el cierre de la sala de lactarios del Jardín Maternal del Hospital Ramos Mejía.
Nosiglia recibió a los dirigentes gremiales junto al legislador Lenadro Halperin para conversar sobre la situación de la educación inicial en la Ciudad y la preocupación por el cierre, previsto para 2019, de la sala de lactarios del Hospital Ramos Mejía y su posible traslado a un Centro de Primera Infancia (CPI), dependiente del Ministerio de Desarrollo Social.
La modalidad del jardín es de “Escuela Infantil”. Esto quiere decir que brinda un servicio educativo a niños desde los 45 días, hasta los 3 años, con jornada extendida en tres turnos, que serán pasados a los CPI, dependientes de Desarrollo Social. “La medida del Ejecutivo porteño es incomprensible, ya que los estudios del desarrollo en la primera infancia muestran la necesidad de contar con personal calificado para la estimulación temprana y el diagnóstico de patologías, y esas funciones competen a Educación, por lo que las salas de lactarios son los ámbitos más propicios”, expresó el legislador radical.
“El Estado debe estar presente en todos los niveles educativos para garantizar una formación de calidad. La política de reemplazar los jardines maternales por Centros de Primera Infancia viola la Constitución porteña”, dijo Nosiglia tras el encuentro.
“La Constitución asegura la educación desde los 45 días, por lo que el propio sistema formó sus docentes y abrió servicios educativos dependientes del Ministerio de Educación, para garantizar ese derecho a todos los niños”, expresó el diputado, que esta semana presentó un proyecto para que la Legislatura porteña manifieste su preocupación ante esta política del Gobierno.
“El cierre de una sala de cualquier jardín es una decisión que atenta contra el derecho a la educación pública, y la migración de jardines a Centros de Primera Infancia, lesiona el sistema y la posibilidad de brindar una educación de calidad desde los primeros meses de vida”, finalizó Nosiglia.