Luego de que la cadena de Farmacity, fundada por el actual vicejefe de Gobierno porteño, Mario Quintana, y cuyo CEO actual es Sebastián Miranda, permaneciera limitada o prohibida en varias provincias, tales como Santa Fe o Buenos Aires, reflota ahora su añeja lucha con la industria farmacéutica, aprovechando los nuevos cambios políticos.
Sucede que por combinar el servicio farmacéutico con el de un mini-mercado o drugstore, ofreciendo todo tipo de productos que excede al mundo de la medicina, la perfumería o cosmética, se gana la oposición de los farmacéuticos y profesionales de la salud, que luego de quejas y acciones en la Justicia, lograron frenar la expansión de esta cadena, limitándola a sólo dos sucursales por localidad. Es que, además, tiene una enorme aceptación por parte de los consumidores que ven a sus locales no sólo como una farmacia, sino también como una suerte de “shopping” de pequeños productos como golosinas, comidas, y demás productos de kiosco.
Pero, ahora las reglas comienzan a cambiar y Farmacity suma puntos para continuar creciendo, lo cual acentuaría su enfrentamiento con las pequeñas y medianas farmacias.
Así, en medio de las polémicas medidas y negociaciones de PAMI, las farmacias y los laboratorios, la empresa iniciada por Quintana reflotó un viejo reclamo por una supuesta “confabulación” de farmacias y laboratorios en su contra, ante la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, dependiente de la Secretaría de Comercio, quien terminaría fallado en su contra, hace unos años.
Sin embargo, las arenas políticas se mueven y la Comisión, finalmente, podría darle la razón al millonario reclamo de Quintana.
De esta manera, podría sacarse de encima el “tapón” judicial que restringe su poder de expansión y restará, entonces, conocer la próxima jugada de la industria farmacéutica para “defenderse” de este factor que tanto la aqueja.
