La reglamentación del capítulo del trabajo de la normativa tiene pendientes conversaciones entre empresarios y sindicalistas y que contará con ciertos retoques. “Pero el espíritu de la ley se va a mantener”, sostienen desde la Casa Rosada. En ese marco, el asesor presidencial, Santiago Caputo y el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger comenzaron con las disputas por la letra chica.
Entre esos cambios a realizar, según indicaron los máximos dirigentes cegetistas, está la eliminación de las sanciones, con despido incluido, por bloqueos gremiales a comercios e industrias.
Y, además, que se quite la figura del trabajador independiente, que de acuerdo con la normativa que se sancionó puede contar con hasta cinco colaboradores para llevar adelante un emprendimiento productivo, sin que exista un vínculo de dependencia entre ellos.
“Están conversado por el momento, pero resta confirmación”, detallaron desde la calle Azopardo. Estos dos puntos siempre generaron ruido en el gremialismo. En el caso de los bloqueos, sucede tal como asegura ante este medio una figura sindical del ámbito legal, que “la redacción del texto es muy laxa, puede haber dos trabajadores en la puerta de una empresa y un juez puede considerar que existe bloqueo”.
El otro ítem de la discusión, el que consagra el empleador independiente, “solo va a promover mayor informalidad, y lo que nosotros queremos es justamente mayor formalidad”.
La cara amable de La Libertad Avanza (LLA), que promueve el diálogo con el sindicalismo más propenso a la conversación, está encarnada en Santiago Caputo. El estratega libertario cultivó muy buenos vínculos con aquellos dirigentes denominados “gordos” e “independientes” de la CGT, en una nómina que tiene al triunviro Héctor Daer, y confía en que no se produzcan rispideces.
Pero la posición del asesor presidencial, uno de los integrantes del triángulo de hierro del jefe de Estado, choca con Sturzenegger. El ministro de Desregulación y Transformación del Estado se opone a cualquier tipo de ajustes de la ley y no quiere entablar puentes de contacto con el gremialismo. Un funcionario lo definió con las siguientes palabras: “Tiene un espíritu profundamente antisindical”.
Bajo este marco, llamó la atención que el extitular del Banco Central haya dicho el 19 de agosto pasado que la reglamentación de la reforma estaba lista y a punto de salir a la luz cuando en realidad posee puntos abiertos. En Balcarce 50 dicen que al ministro le pasaron información errónea, que lo llevó a pronosticar el futuro de la reglamentación, y que no tiene contactos con la Secretaría Legal y Técnica que conduce Javier Herrera Bravo.
Eso sí: nadie en La Libertad Avanza (LLA) se anima a expresar quién le acercó un dato equivocado al ministro, una situación que lo llevó a afirmar algo que no sucedió. De todos modos, del lado de Sturzenegger tratan de bajar el tono y dicen que “los procesos burocráticos en el Estado son muy lentos, hay muchas revisiones”.
Hay más: en la central obrera el ala dura, con Pablo Moyano y el sindicalismo kirchnerista, cuestionan cualquier conexión con los libertarios y están buscando cómo encarar un nuevo paro nacional. Una postura que entra en colisión con Daer, quien cree que el peor escenario para el gremialismo es no dialogar con La Libertad Avanza (LLA).