Hugo Moyano confirmó que el Sindicato de Camioneros seguirá en la CGT pese a la renuncia de su hijo Pablo e insistió en que no comparte su decisión de impulsar un nuevo paro general contra el gobierno de Javier Milei. Así se lo dijo el líder sindical a una de las principales figuras del sector dialoguista de la CGT, en una charla que tuvieron este sábado para revertir el clima de crisis en que quedó envuelto el sindicalismo por el alejamiento de Pablo Moyano de la central obrera.
El jefe de Camioneros, además, le aseguró que esta semana definirá al reemplazante de Pablo en el triunvirato de la CGT y le dio a entender que el elegido finalmente no sería ninguno de los que trascendieron en las últimas horas: es decir, no designaría a Omar Pérez, secretario de Políticas de Transporte del sindicato, ni tampoco a “Huguito” Moyano, otro de los hijos del líder gremial, que es abogado laboralista y secretario de Coordinación de Asuntos Jurídicos de la federación camionera.
Uno de los nombres que circulan ahora es el de Jorge Taboada, secretario adjunto de la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros. Este dirigente lidera el gremio en Chubut y fue diputado nacional entre 2015 y 2019 por el partido Chubut Somos Todos, fundado por Mario Das Neves. En junio de 2023, bajó su precandidatura a diputado nacional por la alianza Unión por la Patria que iba a competir en las PASO para permitir la unidad del espacio detrás de la postulación de José Glinski.
Hugo Moyano y Jorge Taboada, su secretario adjunto en la Federación de Trabajadores Camioneros
Taboada, curiosamente, fue designado por Hugo Moyano en diciembre de 2021 como su adjunto en la federación en reemplazo de Pablo: fue la evidencia de la fuerte pelea entre padre e hijo por la crisis de la obra social de Camioneros, en donde el cotitular de la CGT criticaba el gerenciamiento de esa entidad de salud por parte de la empresa IARAI, cuya dueña es Liliana Zulet, esposa de Hugo Moyano.
En la interna camionera, hasta ese momento, Hugo y Pablo formaban una sociedad indestructible. Manejaban el sindicato y la federación, e incluso se complementaban en las negociaciones con funcionarios y empresarios: mientras el hijo era el dirigente duro de carácter irascible y que llevaba las tratativas hasta el límite, su padre jugaba el rol de componedor que, aun en su firmeza, evitaba las rupturas. Dicen que algo comenzó a resquebrajarse en esa dinámica sindical-familiar cuando irrumpió el Covid-19. Hugo Moyano se aisló por el temor a contagiarse (tenía 77 años y enfermedades preexistentes), mientras que Pablo tomó un fuerte protagonismo en el gremio.
La renuncia
“He tomado la decisión de renunciar a mi cargo como Co-Secretario General de la Confederación Federal del Trabajo, al no coincidir con las decisiones tomadas por la llamada ‘mesa chica'”, reza –lacónica– la nota de renuncia que envió Pablo Moyano al consejo directivo de la CGT. La renuncia, según trascendió, se limita exclusivamente al secretario adjunto del gremio de Camioneros y no generó una seguidilla de dimisiones de otros dirigentes gremiales que son parte del universo Moyano. Por ahora no hay peligro de fractura en la central obrera, dicen algunos integrantes del consejo directivo.