La diputada Paula Penacca habla de la oposición y se ríe. En busca de renovar su banca por el kirchnerismo en la Legislatura porteña, le causa gracia cuando Noticias Urbanas le consulta sobre las candidaturas de Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, y por el acuerdo entre Mauricio Macri, Ernesto Sanz y Elisa Carrió.
“Son un rejunte”, dice Penacca, y luego agrega, sin dejar la ironía: “Hacen esas cosas raras porque saben que el kirchnerismo va a seguir después del 10 de diciembre”. Penacca apuntó contra Pro y ECO, las dos fuerzas favoritas en las próximas elecciones porteñas, asegurando que “son lo mismo”.
Pertenece a La Cámpora y les da su respaldo tanto a Daniel Scioli como a Florencio Randazzo: “Cualquiera de los dos va a profundizar el proyecto”, sostiene.
–El kirchnerismo quedó tercero en la Ciudad, ¿cuál es la estrategia ahora?
–Estamos caminando mucho los barrios. Mariano [Recalde] representa lo nuevo. Y con base en eso hacemos un esfuerzo muy grande para llegar a la mayor cantidad de vecinos.
–¿Ser “nuevo” los puede haber afectado en las PASO?
–Ser nuevo tiene un aspecto negativo: había mucha gente que a Mariano lo conocía poco. Pero estamos muy confiados.
–Dijo llegar a la “mayor cantidad de vecinos”, ¿se puede leer como “llegar al balotaje”?
–Es el objetivo. La primera parte de nuestra campaña consistía en ganar la interna. Ahora queremos entrar en el balotaje, para que los porteños tengan dos propuestas alternativas, dos modelos de Estado distintos, y no dos candidatos que son lo mismo.
–¿Lousteau y Larreta son lo mismo?
–La gente está siendo engañada, porque ambas fuerzas tienen una alianza a nivel nacional. Ya se sabe que Lousteau va a votar a Macri para presidente. Representan la misma ideología política y por eso pudieron llegar a un acuerdo para las nacionales. Nosotros queremos transformar la Ciudad, como lo hicimos con el país.
–¿Qué es “transformar la Ciudad”?
–Hay que cambiar la lógica de gobernar. Acá en la Legislatura las fuerzas que integran ECO votaron siempre el presupuesto de Pro. Hay que cambiar la forma en que se utiliza el dinero. El Estado tiene que ocuparse de los temas importantes, no puede ser que tengamos que pagar una escuela privada porque no hay vacantes en las públicas.
–Pero el kirchnerismo también votó con el macrismo algunas leyes.
–Es verdad. Yo misma trabajé muchísimo en un convenio para que el Gobierno nacional ceda una porción de tierras de lo que fue el predio Papa Francisco para que se urbanicen. Sabemos que para gobernar a veces las fuerzas políticas tienen que llegar a un consenso. Eso en beneficio de la ciudadanía. Pero acá se administran los recursos de manera deficitaria. Macri quintuplicó el presupuesto de la Ciudad para gastos corrientes.
–¿Hay un pacto entre Pro y ECO contra el kirchnerismo en la Ciudad?
–Más que pacto, lo llamaría un rejunte. Estamos ante una nueva Alianza. Tanto el macrismo como el radicalismo de derecha y Lilita Carrió están dispuestos a entregar sus banderas con tal de ganarle al kirchnerismo. Y cuando uno acuerda “en contra de”, las cosas funcionan mal. ¿Cuánto tiempo puede servir eso?
–¿Lo mismo pasa a nivel nacional, entonces?
–Estas últimas semanas se vieron los movimientos de la oposición para ver qué hacen. Lo mismo pasa con Massa, que no sabe qué hacer.
–El kirchnerismo se aprovecha de eso. Varios intendentes se fueron con el Gobierno.
–Lo lógico sería que Massa acepte los resultados que puede tener, pero no sé cómo va a terminar. Si tiene vocación de ser candidato, que lo sea. No da mucha confianza por cómo se mueve, ¿no?
–¿Puede reconocer algo de la gestión de Macri?
–El macrismo hizo cosas que podrían estar bien, pero como complemento de un gran plan. Por ejemplo, el metrobús como complemento del subte y de una verdadera red de integración del transporte. Cuando uno tiene la capacidad de planificar, puede llevar adelante proyectos con la solución definitiva. Eso no pasó acá, donde solamente se hizo el metrobús o algunas bicisendas.
–Pero algo habrá hecho bien Macri para que sus candidatos fueran los más votados.
–A Macri le fue muy bien, sí, pero la Ciudad de Buenos Aires queda en la Argentina y muchos de los beneficios que tuvieron los porteños tienen que ver con los beneficios que le dio el Gobierno al país.
–Cristina llamó al “baño de humildad” luego de que en la Capital salieran terceros. Tenían siete precandidatos. ¿Fue un error?
–Dispersamos fuerza al tener tantos candidatos. Pero la experiencia en Capital fue muy rica y nos dejó la enseñanza de que las PASO son un sistema nuevo y que a veces la gente no sigue todas las opciones internas.
–¿Se mantendrá el kirchnerismo en la Casa Rosada tras el 10 de diciembre?
–Lo creen todos, hasta la oposición (risas). Hacen esas cosas raras porque saben que el kirchnerismo va a seguir. Tengo una confianza enorme en eso.
–¿Cristina será candidata a diputada o al Parlasur?
–Ella definirá cuál será su papel.
–¿Cuál es el rol de La Cámpora en el armado de listas?
–Cumplimos un papel, como las demás organizaciones que integran el Frente para la Victoria. Nosotros siempre nos manejamos con integración.
–Pero no son una organización más. Son la organización de Máximo Kirchner.
–Máximo es un cuadro político, es un compañero con mucha capacidad para pensar el desarrollo del país. El cierre de una lista es algo muy pequeño comparado a lo que creemos que Máximo y Cristina hacen por el proyecto.
–¿Scioli o Randazzo?
–Los dos.
–¿Y entre ellos dos?
–Como organización tenemos nuestras discusiones internas, obviamente, pero sabemos que los dos compañeros representan el proyecto político de Cristina.
–¿No habrá definición hasta después de las PASO nacionales, entonces?
–Muchas veces es importante que las fuerzas políticas sepan cuándo hacer públicas sus decisiones. Sin embargo, estamos convencidos de que cualquiera de los dos va a profundizar el modelo.
En primer plano
• Una comida. Comida árabe.
• Un lugar porteño. La costanera del río.
• Una figura histórica. Juan Domingo Perón.
• Un perfume. No usa.
• Una frase. “Me sumé a las luchas políticas creyendo en valores y convicciones a las que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada”, de Néstor Kirchner.
• Una película. Corazón valiente, de Mel Gibson.
• Un libro. La mujer habitada, Gioconda Belli.