Represión en la puerta del Palacio Pizzurno

Represión en la puerta del Palacio Pizzurno

Las autoridades iban a recibir hoy a los delegados de los 400 despedidos y de los 2.600 que están en el candelero. Al tratar de ingresar al Ministerio para hacer una asamblea, los reprimió la policía.


En la mañana de este lunes posterior al Año Nuevo, todas las entradas al Palacio Pizzurno -adonde se aposenta el Ministerio de Educación de la Nación- estaban cerradas, excepto una única puerta abierta, ubicada en Marcelo T. de Alvear al 1.600. De todos modos, esta entrada permanecía vallada y custodiada por policías uniformados.

Desde antes de las ocho de la mañana, todas las demás puertas -inclusive la del Jardín de Infantes, que por estos días funciona como Colonia de Vacaciones- permanecían cerradas.

Cuando los empleados del Ministerio pretendieron ingresar para realizar una asamblea que estaba previsto realizar a las diez de la mañana, la policía comenzó a golpearlos, en un despliegue represivo que pretendía ser intimidatorio.

Los trabajadores, ante la noticia de que habían sido despedidos alrededor de 400 de sus compañeros, tomaron pacíficamente la sede del Ministerio ubicada en Santa Fe 1548 por 48 horas la semana pasada, pero luego depusieron esta actitud para permitir la apertura de una mesa de diálogo, que permitiera la reincorporación de éstos.

La asamblea de este lunes era para decidir cómo iba a continuar el plan de lucha. En el forcejeo que se produjo en la entrada al Palacio, el secretario general de la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Rodrigo Recalde, fue primero arrojado al piso y luego molido a puñetazos y patadas por un comisario y otros esbirros de la nueva policía de la ciudad.

La imagen mostraba la desigualdad, porque los policías pugnaban por cerrar las puertas, mientras que dos esforzadas trabajadoras las jalaban para mantenerlas abiertas. Los demás, mientras tanto, intentaban entrar para realizar su asamblea.

Los trabajadores destacaron que “es evidente que esta fue una emboscada, porque esta puerta, la única que se abrió, da a un angosto pasillo que puede ser custodiado a palazos por pocos policías. Por el contrario, las demás puertas dan a halls o callejones más amplios”.

El último viernes los trabajadores levantaron la toma del edifico, a la vez que las autoridades comunicaban que este lunes recibirían a los representantes gremiales para discutir los 2.600 despidos de los docentes virtuales del Programa Nuestra Escuela y de los 400 empleados de otras área que corrieron su misma suerte.

En diálogo con Noticias Urbanas, Rodrigo Recalde relató que “fui golpeado por los que tienen ideas corta, pero palos largos” y luego agregó que “peleamos por los 400 despedidos directos, a los que se podrían agregar los 2.600 compañeros del Instituto de Formación Docente, que trabajan en un área que está absolutamente paralizada”.

Cuando buscaba ingresar, Recalde narró que “a mí me pegó uno que dijo que era el comisario. Me patearon en el piso y me pegaron puñetazos. Por eso, desde allí fui enviado a la Sala Médica del Ministerio y y luego a la Aseguradora de Riesgos del Trabajo”.

Con respecto al estado del diálogo, Recalde manifestó que “estamos alarmados y preocupados. Además, con el nombramiento del nuevo ministro de Economía, nos están planteando desde el Gobierno un estado chico, que nosotros no vamos a permitir, porque nos afecta directamente”.

 

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