En una reunión que duró poco más de una hora, sin testigos, Axel Kicillof y Horacio Rodríguez Larreta repasaron en la sede porteña de Parque Patricios números y estadísticas, en el camino hacia una nueva prórroga de la cuarentena por el coronavirus, que regirá a partir del sábado.
Fuentes del gobierno de la ciudad y del bonaerense coincidieron en describir la reunión como “muy buena”. Cerca de Rodríguez Larreta, que tiene en marcha un plan de flexibilización, destacaron en un comunicado que “ambos resaltaron el gran esfuerzo que está haciendo la sociedad y acordaron seguir observando la evolución de los datos de los próximos días para luego tomar la decisión de los próximos pasos para cada distrito”, mientras que voceros de Kicillof destacaron “la coordinación continua” y dijeron que “las definiciones van a estar para el final de la semana”.
El plan de acción acordado incluirá un seguimiento conjunto de la evolución de los contagios -mañana se verán las caras el jefe de gabinete porteño, Felipe Miguel, y su par bonaerense, Carlos Bianco-, pero fuentes porteñas y bonaerenses coinciden: habrá, a partir del sábado, una “cuarentena diferenciada” y consensuada a ambos lados de la avenida General Paz y el Riachuelo.
Esto incluiría, por un lado, el retorno de la ciudad a una “fase 3 ampliada” que incluya la reapertura de comercios cerrados la semana pasada, la vuelta de las actividades deportivas (trotes y caminatas) y una ampliación de las salidas recreativas para niños y adolescentes. Por otro, la flexibilización de actividades en la provincia, diferentes pero vinculadas también a la fase 3, en los 35 distritos del conurbano que aún permanecen en cuarentena estricta, mientras 64 municipios del interior bonaerense están en fase 5 y otros 27 en fase 4. “Nuestra postura también es flexibilizar, siempre que los números den, un 70 por ciento de la provincia está abierta”, agregaron cerca del mandatario bonaerense, y sostuvieron que “recién el miércoles” contarán con los datos actualizados.
Durante la mañana, referentes de ambos espacios dejaron en claro que, más allá de la vocación por encontrar puntos de consenso, hay distintas realidades que quedarán plasmadas en la nueva etapa.
“En la Ciudad la curva está estable; si logramos un R por debajo de uno, podremos comenzar a desandar las medida. Si todo sigue así, vamos a proponer algún nivel de desandado, porque la contagiosidad está bajando; por supuesto, siempre muy controlado, con protocolos y siguiendo los indicadores”, afirmó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, a radio Continental. Desde la provincia, el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, afirmó: “No podemos cambiar de fase de un día para otro”.