Ponen en marcha proyecto para el saneamiento del Riachuelo

Ponen en marcha proyecto para el saneamiento del Riachuelo

El proyecto de la empresa AySA, en acuerdo con la Universidad de Buenos Aires, tiene por objetivo construir un sistema de cascadas que sirva de oxigenación de las aguas. Se pondrá en marcha en 2014.


Al debate por la situación del Riachuelo, un tema que ningún Gobierno logró todavía darle una definitiva solución, y con el fallo de la Corte Suprema de Justicia que rige desde 2008, una novedad asoma como paliativo: se trata de un sistema de cascadas para oxigenar las aguas.

Son siete estaciones que se construirán en sitios diferentes, en las que a través de escalones en forma de cascada se pretenderá lograr niveles de oxígeno disuelto en agua superiores a los 2mg/l, según el proyecto presentado al Banco Mundial por la empresa estatal Agua y Saneamiento Sociedad Anónima (AySA), informe que publica La Nación.

A partir de esta iniciativa, el agua será bombeada a 5 metros de altura, para luego dejarla caer por las cascadas para ventilarla en su camino de regreso al curso principal del río.

Según reza el proyecto de la Universidad de Buenos Aires, que fue premiado con el Premio Nacional de Arquitectura y Diseños Sustentables, “por medio de escalones que simulan cascadas y con piletas de disipación donde se hace la transferencia de oxígeno desde las burbujas al agua”. Además, estas estaciones, además, tendrán un entorno de recuperación del espacio público e incluirán áreas de uso público múltiples.

La iniciativa fue presentada por AySA dentro de las obras para realizar con el crédito por 840 millones de dólares solicitado al Banco Mundial y que también financiará la construcción de un colector cloacal en la margen izquierda del Riachuelo y un emisario que volcará las aguas tratadas río adentro.

La empresa firmó un convenio con la Universidad de Buenos Aires por el cual instalará el año próximo la primera estación para realizar una prueba piloto de su funcionamiento en Avellaneda, frente a Tenaris.

Del lado de la crítica, para algunos especialistas, “airear” el agua carente de oxígeno podría generar mayores problemas no sólo por los malos olores que podría generar, sino también porque podrían aparecer partículas ultramicroscópicas contaminadas con agentes patógenos suspendidas en el aire.

Desde la Asociación Vecinos de La Boca también miran con desconfianza el plan de las cascadas.

Raúl Estrada Oyuela, miembro de esa ong expresó: “Recomponer el río como dispuso la Corte significa oxigenarlo. La resolución 3/2009 de Acumar estableció que el río sólo, en todo su curso, se usará para mirarlo de lejos -esto es lo que se entiende como recreación pasiva- y que bastará que tenga 2 miligramos de oxígeno por litro de agua. El olor adicional que pueden generar las cascadas hará que la recreación, además de pasiva, sea distante”, afirma.

“A lo mejor hay que hacer las cascadas, pero hay que hacer muchos ensayos y cumplir con pasos previos de saneamiento. Si desde AySA se dice que el Riachuelo no alcanza a tener el nivel de oxígeno requerido, entonces me pregunto cómo pueden decir cuándo estará bien”, indicó.

El proyecto completo sólo se podrá montar una vez finalizada la megaobra de infraestructura que incluye la utilización de cuatro tuneladoras para la construcción de un colector de 11,5 km de largo y un emisario subfluvial de 11 km.

La autorización para el comienzo de esos trabajos aún no fue firmada, aunque las obras ya están adjudicadas. En AySA aseguran que la aprobación es inminente. La construcción del colector de 11,5 km fue adjudicada a Ghella-Iecsa por 2000 millones de pesos. Es la misma constructora que hizo los túneles del arroyo Maldonado, bajo la avenida Juan B. Justo. Podría estar lista para 2019.

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