Riorda alertó: “El Pro puede quedar tercero en CABA si va separado de LLA”

Riorda alertó: “El Pro puede quedar tercero en CABA si va separado de LLA”

El analista político consideró que “el tiempo juega muy en contra de Mauricio Macri".


El analista político Mario Riorda presentó un análisis exhaustivo sobre la crisis que enfrenta el Pro y los peligros que se avecinan si no logra un acuerdo electoral con La Libertad Avanza (LLA), liderada por el presidente Javier Milei, y decide enfrentar en solitario las próximas elecciones.

El especialista en opinión pública subrayó que el partido fundado por Mauricio Macri se encuentra en una situación crítica en su tradicional bastión de la Ciudad de Buenos Aires. Allí, podría ser desplazado hasta el tercer lugar si no consigue formar una alianza con los libertarios.

“El tiempo juega muy en contra de Mauricio Macri, a tal punto que los dos últimos candidatos que representaron al Pro no están adentro del Pro: ni Patricia Bullrich ni Horacio Rodríguez Larreta. Esto es todo un dato”, analizó el experto en comunicación política, y subrayó que el desgaste del partido ha sido profundo y acelerado.

“Lo que antes obtenía Macri en términos electorales, hoy lo tiene Milei, e incluso con porcentajes más altos”, afirmó, evidenciando el cambio de protagonismo en la política nacional.

El análisis emerge después de una semana marcada por indicios de distensión y acercamientos entre Milei y Macri. El presidente hizo un llamado para unir fuerzas con el objetivo de “arrasar con el kirchnerismo”, a lo cual el exmandatario respondió positivamente, sugiriendo la creación de una comisión que se ocupe de los pormenores de dicho pacto.

Posteriormente, Jorge Macri, jefe de gobierno y primo, insinuó la posibilidad de una candidatura del líder amarillo, mientras que un video que se volvió viral a través de cuentas afines respaldó esta idea.

El politólogo destacó que el Pro ya perdió gran parte de su base electoral debido al surgimiento de La Libertad Avanza (LLA), y que la demora en tomar decisiones estratégicas no ha hecho más que empeorar la situación. “La mayor cantidad del tiempo o de la demora lo hace seguir perdiendo más. Pero ya perdió frente a La Libertad Avanza (LLA); hoy esa asimetría es total”, aseguró. Además, describió el declive del Pro como un proceso de achicamiento sin precedentes en su historia. “En el Pro está más cerca la idea de una presencia testimonial, que si no es de solución, significa un achicamiento enorme que no tiene ningún punto de comparación con lo que antes era el Pro”.

Respecto a las posibilidades electorales del partido amarillo en la Ciudad de Buenos Aires, el analista destacó que ya no enfrenta un solo desafío electoral, sino dos. “Esta hipótesis, curiosamente, no se da frente a un solo lado, se da frente a dos lados: uno, la posibilidad de perder frente a La Libertad Avanza si no van en sociedad; y dos, la posibilidad de perder frente a algún actor que represente alguna expresión progresista, como por ejemplo Leandro Santoro”, explicó.

El analista y profesor de la Universidad Austral fue aún más lejos al remarcar que la única forma en que el Pro puede retener la Ciudad de Buenos Aires es con una figura de peso liderando la campaña. “Hoy creo que las chances del Pro están asociadas a la idea de una máxima figura compitiendo para retener el poder en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si no, ser segundo o ser tercero está dentro de las hipótesis ciertas”, afirmó.

Incluso puso sobre la mesa la posibilidad de que Mauricio Macri juegue en el ámbito porteño: “¿Qué pasa si pelea primero Macri? Porque si juega, uno imaginaría que va a jugar en el tramo de senadores. Si compite por ese tramo, ya llega tarde, porque antes se habrá votado seguramente para legisladores porteños. Ahí el resultado depende de muchos factores, pero ya es una primera chance de que el Pro pueda perder”.

Riorda también analizó la dinámica de poder entre el Pro y La Libertad Avanza (LLA), calificando la relación como “absolutamente asimétrica”. Según el analista, el Pro solo cuenta con un poder de daño limitado para negociar con los libertarios, pero no tiene el peso electoral que alguna vez ostentó. “El Pro, a lo sumo, juega con el poder de daño de ir por separado, pero no es gigante. Los números que estoy viendo están más cerca entre tres y cinco puntos que entre ocho y diez”, sostuvo. Además, destacó que las iniciativas políticas del Pro han favorecido más a La Libertad Avanza (LLA) que al revés: “Por ejemplo, el Pro dio mucho más apoyo a proyectos de La Libertad Avanza (LLA), que a la inversa, como ‘Ficha limpia’”.

El consultor también se refirió al impacto de La Libertad Avanza (LLA) en las provincias, marcando cómo el liderazgo de Milei ha transformado el panorama electoral. “En provincias como Entre Ríos o Chubut, el nivel de superposición electoral entre los resultados de los gobernadores del Pro y el de Milei es total. Esto no ocurre en todos lados, como en Córdoba o Mendoza, donde las superposiciones son parciales, pero sí es un indicador clave de que, a nivel provincial, el Pro necesariamente deberá coordinarse con el liderazgo nacional de Milei”, explicó.

Con este escenario, Riorda describió un panorama complejo para el Pro, condicionado por una pérdida de poder estructural, un adversario consolidado como La Libertad Avanza (LLA), y la necesidad de reinventarse o enfrentar un retroceso histórico en su relevancia política.

Por último, Riorda reflexionó sobre las tensiones internas en el peronismo y la irrupción de La Libertad Avanza (LLA). En el caso del peronismo, señaló su incapacidad para articularse como un proyecto colectivo en el escenario nacional, lo cual deja a sus dirigentes en posiciones más provinciales, sin proyección sobre el escenario nacional. Es una tendencia que se recorta detrás de la pelea abierta y sin definición entre la presidenta del PJ, Cristina Kirchner, y el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.

Sobre La Libertad Avanza (LLA), enfatizó el carácter disruptivo de su liderazgo y su impacto social. “La forma de construcción de Milei, que niega toda chance de consenso, genera un discurso de aniquilación del otro. No es simplemente ser políticamente incorrecto, sino un lenguaje que anula la identidad del otro”, consideró.

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