Luego de que se conociera que la inflación de julio fue del 4%, según datos del INDEC, Lucas Romero explicó que aunque el índice es bajo, el rubro de servicios como “vivienda, agua o electricidad” acumula una inflación “del 161%” en el año. Advirtió que Javier Milei no está logrando “persuadir al público argentino de que está resolviendo los problemas. Si la gente no ve que sus ingresos se recuperan, no va a ver con simpatía al Gobierno”.
“Yo creo que ese es el riesgo que enfrenta Milei. El dato indica una desaceleración de la inflación, y eso puede ser un indicador de que efectivamente el programa económico está logrando éxito en materia de desinflación. El problema es que el Gobierno tiene que administrar las expectativas de la gente: la gente tiene que entender que el Gobierno está logrando resolver los problemas económicos”, indicó.
Y agregó: “La desaceleración de la inflación se entiende en un contexto macro de la economía, pero a lo mejor no se percibe con tanta nitidez por parte de la gente porque hay algunos elementos de la economía cotidiana que todavía siguen arrojando números preocupantes como, por ejemplo, el consumo. La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) informó recientemente que el consumo de alimentos y bebidas registró una caída del 21% en el primer semestre. El dato del IPC arroja el 4%, y al mismo tiempo, una inflación acumulada del 87%. Si la gente no ve que sus ingresos se recuperan, no van a ver con simpatía al Gobierno. En última instancia, no se está logrando lo que la gente quiere: que se recupere su salario”.
Caída de la imagen del Gobierno
El consultor sostuvo también: “En nuestro registro de agosto estamos viendo que la imagen del Gobierno sigue cayendo. Por tercer mes consecutivo tenemos un deterioro de la composición de imagen del Presidente”.
“Uno podría suponer que en este desafío de tener que ordenar la economía antes de que se desordene la política, pareciéramos estar en un momento de tensión. La reactivación de la economía no está siendo lo vigorosa que se esperaba y la imagen del Presidente empieza a mostrar signos de deterioro”, subrayó.
“Vamos a vivir esta tensión hasta que el Gobierno convenza efectivamente a la gente de que las soluciones económicas están presentadas en la escena, que el orden económico alcanzado es uno sustentable y sostenible en el tiempo, y que la gente sienta no solo que bajó la inflación, sino que se ha recuperado su salario, se ha recuperado su capacidad de consumo y, en última instancia, ha mejorado su calidad de vida”, precisó.
Lo curioso de la frase de Milei ayer, de que "todo el mundo ve el milagro, menos los argentinos", y que ya suena a reproche (no puede ser que no lo vean), es que su función como presidente es la de persuadir, con lo cual: o faltan los hechos para persuadir, o fallan sus palabras.
— Lucas Romero (@LucaRomero) August 15, 2024
Y concluyó: “Dicho todo esto, creo que aún sosteniendo las hipótesis del Fabiola Gate, es difícil no pensar que a Milei le va a ir como le vaya a la economía. Como siempre, o quizás como nunca, la dinámica económica es y va a ser un condicionante determinante de la dinámica política. Creo que los argentinos están esperando que Milei resuelva los problemas económicos, más allá de las cosas que se conozcan de un actor que es un pasivo tóxico del peronismo. En todo caso, será un problema del peronismo, pero el escándalo de Alberto no parecería ser un alivio para Milei”.