El envenenamiento del exespía Serguei Skripal causó una ola de interpretaciones y sospechas sobre el porqué de este hecho. Ahora, la versión más fuerte la generó el gobierno ruso de Vladimir Putin.
Fue la vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova, quien afirmó que intentar sabotear el Mundial de Rusia de este año es el “principal objetivo” de Estados Unidos y Gran Bretaña.
Acto seguido, Reino Unido, Estados Unidos y otros 14 países de la UE expulsaron diplomáticos rusos como presión política como reacción a esta versión.
“Mi impresión es que a todos les preocupa sacar a Rusia del Mundial. Usarán cualquier medio”, resaltó Zajarova en una entrevista con el Canal 5 de la televisión local. “Sus mentes están pensando solo en esa pelota y en que Dios impida que toque un campo de fútbol ruso”, agregó la funcionaria.
En varias oportunidades, la vocera negó las acusaciones contra el gobierno de Putin. Y hasta declaró que la reacción de Reino Unido sobre el caso despertó “sospechas” sobre la implicación de los propios británicos. “El ocultamiento de información, el secreto en que se mantienen los detalles de lo ocurrido hace pensar en que en esto pueden estar implicados”, advirtió.