El gobierno de Rusia afirmó que sus fuerzas armadas se apoderaron de Marinka, una ciudad del este de Ucrania cercana a Donetsk, y subrayaron que eso le permitirá continuar su ofensiva en el país al que invadió en febrero de 2022. “La localidad de Marinka, situada a cinco kilómetros al sudoeste de Donetsk, fue completamente liberada hoy”, dijo el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, en una entrevista televisada junto al presidente Vladimir Putin.
Shoigu describió a Marinka como “una poderosa zona fortificada, conectada por pasajes subterráneos que la protegen de ataques aéreos y de artillería”.
“La liberación de la localidad reduce naturalmente la capacidad de defensa de las fuerzas armadas ucranianas y nos brinda nuevas oportunidades para continuar nuestra acción en esta dirección”, agregó el ministro.
Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin se congratuló de que la toma de Marinka aleje a las tropas ucranianas de Donetsk, capital regional bajo control ruso, blanco de bombardeos ucranianos desde 2014.
“Hemos repelido de manera significativa el campo de acción de la artillería cerca de Donetsk, y esto permite hoy defender dicha ciudad de manera más eficaz contra los ataques”, subrayó Shoigú.
“Marinka, como zona fortificada, da a nuestras tropas la posibilidad de disponer de un espacio operativo más amplio”, afirmó Putin.
Donetsk, lo mismo que la vecina provincia de Lugansk, integran la región de Donbás, en conflicto armado desde 2014 y controladas desde entonces por separatistas prorrusos.
El anuncio ruso llega en un momento en el que sus tropas están a la ofensiva a lo largo del este de Ucrania, con una serie de asaltos localizados siguiendo un arco que se extiende desde Kupiansk, en el norte, hasta Marinka, al sur.
Tras desbaratar la esperada contraofensiva ucraniana, y mientras reina la incertidumbre sobre el apoyo financiero y militar occidental a Kiev, el Ejército ruso está lanzando a diario decenas de ataques aprovechando su superioridad numérica en artillería, munición y personal. Las tropas ucranianas, por su parte, están pasando a la defensiva en buena parte del frente de cara al segundo invierno de guerra.
Según un análisis reciente del Ministerio de Defensa de Estonia, Rusia ha conquistado más territorio del que ha perdido en 2023. Pero estos avances no han alterado de manera sustancial la línea del frente, que apenas se ha movido este año. Mientras tanto, en el mar Negro, Ucrania se ha atribuido algunos éxitos –el último, este mismo martes, con el ataque al gran buque de guerra ruso Novocherkassk, amarrado en Crimea–.