Rusia responde con fuerza: “No podemos tolerar la grosería”

Rusia responde con fuerza: “No podemos tolerar la grosería”

Así lo dijo el presidente ruso, Vladímir Putin. Además, denunció que el carácter transfronterizo de la legislación estadounidense “es inaceptable”.


El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseveró este jueves: “Somos pacientes, pero en algún momento tendremos que responder, no podemos tolerar la grosería hacia nuestro país”, en el marco del proyecto de ley estadounidense sobre nuevas sanciones contra su país. Asimismo, calificó como “un intento de utilizar ventajas geopolíticas en la lucha competitiva”.

El pasado martes 419 de los 435 representantes de la Cámara Baja del Congreso de EE.UU. votaron a favor de la imposición de nuevas sanciones contra Rusia, Irán y Corea del Norte y, simultáneamente, aprobaron una norma que obliga al presidente de EE.UU. a someter al Congreso los eventuales cambios en las sanciones antirrusas que él decida. Dos días después, el Senado hizo lo propio con 98 votos a favor y 2 en contra.

Tras reunirse con el mandatario finlandés, Saulí Niinistö, Putin señaló que la introducción de nuevas condenas por parte de Washington sería una acción “con circunstancias agravantes y con un cinismo especial”, y un “claro intento de utilizar su ventaja geopolítica en la competencia”, con el objetivo de “asegurar sus intereses económicos a expensas de sus aliados”.

Por otro lado, el líder ruso, denunció que el carácter transfronterizo de la legislación estadounidense “es inaceptable”, ya que “erosiona las relaciones internacionales y el derecho internacional”.

En la misma línea, el presidente de Rusia, dijo que según él “nunca ha aceptado ni aceptará” esta situación, mientras que la reacción de otros países “depende del grado de su soberanía y la disposición para proteger sus propios intereses nacionales”.

El Ministerio de Exteriores de Rusia ha anunciado medidas de respuesta  en relación con las sanciones aprobadas por el Congreso de EE.UU., y simétricas con el escándalo de la expulsión de diplomáticos rusos de EE.UU. y las propiedades de la Embajada rusa precintadas por Washington el año pasado.

  • En concreto, Moscú desautoriza el uso de unas instalaciones de almacenamiento y de una mansión propiedad de la Embajada de EE.UU. en la capital rusa a partir del 1 de agosto;
  • Comunica a Washington que tiene de plazo hasta el 1 de septiembre para reducir el número de su personal diplomático en Rusia hasta las 455 personas, en correspondencia exacta con el número de diplomáticos y miembros del personal técnico ruso que trabajan en EE.UU.

“Durante mucho tiempo han estado tratando constantemente de provocarnos”, explicó Putín, quien además citó como ejemplos: la expulsión de diplomáticos rusos de EEUU, o el caso de las dos propiedades de la Embajada rusa allí, sellados en 2016.

Por otra parte, en relación a la investigación en EE.UU. sobre la supuesta interferencia rusa en las elecciones presidenciales, el mandatario opina que no se trata de una investigación, sino del aumento de la “histeria rusófoba”, que es usada como instrumento en la lucha entre el presidente estadounidense, Donald Trump y sus adversarios políticos dentro de su país.

Finalmente, Putin dijo que la elección de Trump como mandatario “no es asunto nuestro” y que Rusia “no va a evaluar” su labor en el cargo, ya que se trata de algo que atañe “al pueblo estadounidense”.

En el caso del mandato de Trump, demócratas y republicanos acordaron en el Congreso de EEUU, sobre un asunto de importancia capital, e inmediatamente ubicaron al presidente en una salida vedada.

Sarah Huckabee Sanders, vocera del gobierno, dijo que Trump, posiblemente, firmará la ley, el nuevo Director de Comunicaciones de la Casa Blanca, Anthony Scaramucci, dijo que es posible que Trump vete las nuevas sanciones para proponer otras incluso “más duras”, si bien este escenario parece poco creíble.

La votación puso entre la espada y la pared a Donald Trump. En este sentido, lo que menos interesa al mandatario estadounidense es vetar las nuevas sanciones antirrusas, lo que sería visto por todo el mundo como la prueba de que tales vínculos existen.

Con lo cual, Trump no quisiera firmar las sanciones ya que durante su campaña electoral y su elección se mostró contrario contra Rusia, porque pudieron complicar sus relaciones bilaterales. También se sometería a unas restricciones insólitas por parte del Congreso que no suele inmiscuirse tanto en las decisiones presidente en materia de seguridad nacional.

Entonces, las opciones que tiene el mandatario republicano es que si firma, provocará la ira de Moscú. Si bien la anulación de vetos presidenciales no es común, en este caso sería inminente, considerando el apoyo casi total que obtuvo el proyecto en el Congreso.

Pero eso no es todo, ya que si Trump no hace nada y al pasar 10 días después de que el proyecto de la ley se encuentre en su mesa, ésta automáticamente se convierte en ley, incluso si no la firma.

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