Salarios en la mira: el Gobierno negocia límite de aumentos con la CGT

Salarios en la mira: el Gobierno negocia límite de aumentos con la CGT

La Secretaría de Trabajo no está dispuesta a homologar acuerdos que superen las expectativas inflacionarias.


El Gobierno ha convocado para este martes a una nueva ronda de paritarias en la Administración Pública Nacional, donde el Estado actúa como empleador. Esta reunión se da en un contexto de rechazo por parte de ATE, uno de los sindicatos que representa a los empleados públicos, a cualquier intento de establecer un límite salarial.

La confrontación entre el Estado y los sindicatos del sector se diferencia de los acuerdos que se han alcanzado en el ámbito privado. Un ejemplo notable en lo que va de 2025 es el del Sindicato de Camioneros, liderado por Hugo Moyano, que ha reducido sus demandas para alinearse con la disminución de la inflación que anticipa el Ministerio de Economía.

“La CGT se ha posicionado como un protagonista político que ha comprendido la dirección de los acontecimientos y ha decidido actuar con paciencia.” Esta declaración, emitida por una figura relevante de Balcarce 50, intenta clarificar el trasfondo de los acuerdos paritarios que se están concretando en ciertos sindicatos, sin demasiadas disputas, a pesar de estar varios puntos por debajo de sus demandas originales.

Entre estos acuerdos se encuentra el de Camioneros, que inicialmente solicitó un incremento del 15% para el trimestre de diciembre, enero y febrero, luego redujo su demanda al 8,5% y finalmente aceptó un 5,5% para el mismo periodo, dividido en tres tramos de 2,2%, 1,8% y 1,5%, además de un bono de 600.000 pesos. Este pacto del sindicato es celebrado en círculos libertarios, que consideran a Camioneros como un “modelo” para otros sindicatos, lo que en la práctica actúa como un límite para futuras negociaciones.

En una línea similar se encuentra el acuerdo de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), liderada por Abel Furlán, que comenzó demandando un aumento del 18,71% para el periodo de noviembre a marzo, y terminó cerrando en un 12,3% en cinco tramos.

En la última semana, se unió a las negociaciones la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys), encabezada por Armando Cavallieri, que acordó un incremento del 5,1% para el periodo de enero a marzo, alineándose con las pautas salariales establecidas por el gobierno.

Por otro lado, la situación de La Fraternidad marcó la contracara de la semana, ya que el sindicato liderado por Omar Maturano continuó con sus planes de huelga. Desde el Gobierno se destacó que este gremio es el único dentro del sector ferroviario que aún no ha alcanzado un acuerdo. Maturano exige un 10% de compensación para el año 2024.

En este marco, las recientes declaraciones de Octavio Argüello, uno de los líderes de la CGT, se interpretan más como un asunto “interno” o retórico. En días pasados, Argüello declaró: “No aceptaremos paritarias cero porque la inflación no es cero”, y destacó que estaban considerando reactivar las medidas contra la gestión libertaria. Sin embargo, este tema no parece resonar en instancias más altas. Argüello es el hombre de Hugo Moyano dentro de la CGT.

Más allá del optimismo que se observa en el Gobierno, es un hecho que la Secretaría de Trabajo seguirá con la política de restringir las paritarias, rechazando la homologación de aquellas que superen sus proyecciones. Se sostiene que, de no ocurrir esto, el costo inevitablemente se trasladará a los precios. 

Dentro del oficialismo, se menciona un “entendimiento” con los sindicatos y la cúpula de la CGT.

“El Gobierno considera que la CGT está colaborando, y desde la CGT no perciben al Gobierno como antisindical”, afirmaron allegados al Presidente.

Los contactos cegetistas

En este contexto, se reconoce la relevancia del diálogo con los líderes de la CGT dialoguista, como Héctor Daer, del sindicato de la Sanidad; José Luis Lingeri, de Obras Sanitarias, y Gerardo Martínez, de la Uocra. La lista de interlocutores abarca desde el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, quien mantiene un contacto casi permanente, hasta el secretario de Trabajo, Julio Cordero, a quien ambos lados del mostrador reconocen por su habilidad para negociar, fruto de su experiencia en Techint.

También se menciona al asesor presidencial Santiago Caputo, quien ha cultivado una buena relación con los sindicalistas desde su presentación formal en abril pasado, en la Casa Rosada. En el Gobierno sostienen que Caputo ha logrado ganarse la confianza de una buena parte de los sindicalistas.

La incorporación de Mario Lugones al Ministerio de Salud, quien tiene vínculos sólidos con los gremios, completó el “entendimiento” que actualmente celebran en la Casa Rosada.

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