Santoro: “Hay un Estado que se desentiende de sus responsabilidades”

Santoro: “Hay un Estado que se desentiende de sus responsabilidades”

Legislador porteño y asesor de Alberto Fernández, Santoro habló con Noticias Urbanas.


E n diálogo con Noticias Urbanas, Santoro admite que la gestión de la peste y sus consecuencias en la economía serán ejes en la discusión electoral, pero lleva el debate más allá: proponer una visión de futuro poscoronavirus. “La Ciudad no tiene un plan pospandemia”, cuestiona y desde allí apunta contra la administración de Horacio Rodríguez Larreta. “Es un Estado que se desentiende de sus responsabilidades, haciéndole creer a la gente que es una municipalidad pobre, cuando en realidad es una gobernación rica”.

-Juntos por el Cambio ya tiene en la ciudad definida su interna y candidaturas. ¿Eso incide en la estrategia del Frente de Todos?

-En la estrategia, no. Yo, personalmente, supongo que la estructura de preferencias de la ciudad de Buenos Aires se modifica poco a partir de la definición de las candidaturas. Me da la sensación de que lo que representa Cambiemos es indistinto, de acuerdo a los candidatos que lleven.

-¿Tiene ganas de ser candidato a diputado nacional? ¿Ya tiene el aval de los distintos sectores del FDT?

-Los militantes políticos no tomamos las definiciones por las ganas que tenemos de encarar un proyecto, sino en función de la responsabilidad política. Y yo, como militante de un proyecto colectivo, pongo mi vocación política al servicio de ese proyecto. Con lo cual, cuando se defina estratégicamente cuál va a ser nuestra propia presentación electoral, se evaluarán muchas cosas. Yo entiendo que quienes toman la definición estratégica tienen la capacidad de ponderar todo y confío mucho en su criterio.

-En 2019 hicieron una buena elección, perforando el techo que venía sacando el kirchnerismo en la Capital. ¿Es un desafío que Vidal sea quien lidera la lista de JxC o una debilidad que haya saltado desde la provincia?

-Para mí, Juntos por el Cambio o Cambiemos -no sé cómo se llamarán- representa una serie de valores que tiene un piso electoral importante. Y, de hecho, ese espacio político no pierde elecciones desde 2003. Es un dato que no se tiene en cuenta. Hace 14 años que no pierden una elección. Lo que ocurrió en la elección pasada es que, con Alberto y Cristina en la boleta, nuestra capacidad de traccionar votos fue muy superior a la de cualquier experiencia electoral anterior.

Los dos espacios dominantes tienen núcleos duros muy definidos, muy difícil que se vayan a mover y después hay un sector de la población que tiene una relación con la política más ajena, en la que se forman opinión más cerca de la elección y ahí se combinan cosas: las expectativas que genera el Gobierno, las que genera la oposición, las características personales del candidato, lo que está pasando en el mundo… hay una serie de factores.

-¿Y, qué se imagina como escenario de campaña? Es dramática la situación de la economía, todavía seguimos en pandemia…

-Calculo que se va a hablar de todo. Habrá una discusión sobre el contexto de la gestión del Gobierno, si se cumplió o no el programa electoral que se propuso. Después hay una discusión sobre la visión de futuro, sobre los proyectos que están en pugna. Y, por último, creo que los candidatos van a tener la oportunidad de interpelar a un sector independiente de la ciudad, que no pertenece a los núcleos duros de ambos espacios, que debe estar entre un 10 y 15 por ciento. Y eso tendrá que ver con la capacidad de cada sector de poder empatizar o no con ese sector. Eso se resolverá en la última semana.

-Un electorado que transita en la avenida del medio.

-Sí, menos politizado, que consume menos contenido político.

-¿Les preocupa el electorado joven?

-A mí me preocupa sobremanera, porque más allá de la especulación electoral, los jóvenes son el motor del cambio. Yo me siento militante juvenil. La juventud es la que aporta novedades, la que tracciona las agendas más novedosas y disruptivas.

-¿Ve alejada a la política de los jóvenes?

-A la rosca política, sí. Pero después hay demandas que están en la sociedad, desde ese sector, que empiezan a tener traducción política.

-¿Y cuáles son las preocupaciones principales de la gente?

-Hay una combinación de distintas cosas. Está claro que para el sector más precario del mercado laboral, la cuestión económica es lo más importante. Para buena parte de la sociedad, la inseguridad sigue siendo un tema. La cuestión sanitaria nos angustia a todos…evidentemente, en una crisis como la que estamos viviendo, la cuestión económica tiene un peso preponderante, pero me parece que la sociedad percibe que las respuestas que se necesitan exceden exclusivamente lo económico o lo sanitario y aborda otras agendas, básicamente las que construyen expectativas para el futuro.

-¿Se imagina haciendo campaña en el territorio o en los medios?

-Tampoco lo tengo claro. Me parece que hay que leer lo que está pasando en la sociedad. La televisión dejó de ser un espacio central y las redes sociales son núcleos de audiencia relevantes. Yo relativizo las dos cosas.

-¿El kirchnrismo sabe dónde están los votos?

-Los dos espacios dominantes tienen núcleos duros muy definidos, muy difícil que se vayan a mover y después hay un sector de la población que tiene una relación con la política más ajena, en la que se forman opinión más cerca de la elección y ahí se combinan cosas: las expectativas que genera el Gobierno, las que genera la oposición, las características personales del candidato, lo que está pasando en el mundo… hay una serie de factores. No es que los votos están en las fábricas, en las universidades o en los barrios. La discusión en las ciudades transcurre en el cruce entre lo material y lo subjetivo.

-¿Van a tratar de capitalizar cierto desconecto de los comerciantes por los cierres y la falta de ayuda de la Ciudad?

-Vamos a tratar de demostrar dos modelos de Estado: un Estado presente, que trata de evitar que la crisis sea mayor de lo que es, con IFE, Repro II, Potenciar Trabajo, tarjeta Alimentar, medicamentos gratis…Y un Estado que se desentiende de sus responsabilidades, haciéndole creer a la gente que es una municipalidad pobre cuando en realidad es una gobernación rica. Ésa es una discusión interesante, porque incluso en términos de la pospandemia se vieron muy pocas definiciones del gobierno de la Ciudad, pensando en cómo hacer, por ejemplo, frente a los días de clase que se perdieron o a las dificultades de las clases virtuales. Nosotros estamos analizando la propuesta de la doble escolaridad obligatoria, por lo menos como horizonte. E incluso un plan climático. Esos debates en la Ciudad no se dan, sin embargo, en las otras 23 provincias, sí.

-¿En ese sentido va el proyecto para convertir las oficinas del centro en viviendas?

-Tiene que haber un horizonte sobre cómo readaptamos la Ciudad al futuro. Yo puedo entender que IRSA tenga hace 25 años la idea de construir torres en la ciudad deportiva de La Boca. Pero hoy, con la nueva realidad, me parece que la discusión pasa por otro lado. No reconocer la relación entre medio ambiente y la planificación urbana después de lo que está pasando en esta pandemia, me parece que es un desatino histórico.

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