Con el objetivo de captar el voto independiente, con el fin de alcanzar esos pocos puntos que lo separan de la victoria en primera vuelta, el candidato presidencial del FPV, Daniel Scioli, dio un giro a su campaña con una serie de gestos con los que apuesta a mostrar autonomía de la presidenta Cristina Kirchner y el kirchnerismo duro.
El primero fue ampararse en la liga de los gobernadores y la rama sindical que encabeza el metalúrgico Antonio Caló, quienes resaltaron las diferencias entre el gobernador bonaerense y la jefa de Estado. “Daniel es más horizontal que Cristina”, dijo días atrás el gobernador salteño, Juan Manuel Urtubey. Mientras que el titular de la CGT oficialista anticipó el compromiso de Scioli para “bajar” la inflación y revisar el impuesto a las Ganancias.
El segundo se dio esta semana, cuando en la ciudad de Buenos Aires el sciolismo avanzó en lanzamiento de la Mesa Scioli Presidente, excluyendo a los sectores más radicales del FPV. El objetivo es tratar de mejorar la performance de las PASO en un distrito que históricamente fue esquivo para el peronismo, pero particularmente para el kirchnerismo.
En tanto, el tercero fue lanzar un afiche donde sólo se resalta la figura del ex motonauta con sobriedad: “Scioli Presidente”, así de simple. Sin embargo, la renovación gráfica no parece haber sido inocente, ya que fueron borradas las palabras “victoria”, que remitía a la continuidad del modelo actual y “Zannini”, apellido de su tan cuestionado vice. Asimismo, al pie de la nueva imagen vuelve a dársele preponderancia al sello PJ, junto al del FPV.
Desde el entorno del postulante presidencial, explicaron: “La idea muestra la conducción política de Daniel. No está en nuestro espíritu marcar diferencias con nadie. Simplemente habla de lo que viene; hacia qué país vamos. La gente vota para adelante”.
En esa línea, vale mencionar también la arriesgada jugada de presentarse en televisión junto con el economista Miguel Bein como su elegido para reemplazar a Axel Kicillof en el Palacio de Hacienda.