El viernes 23 de julio último, los que se precian de conocer el folclore peronista pudieron presenciar una acabada demostración del poderoso músculo de los gobernadores, que son quienes detentan el poder real en el seno del partido que creó el general Juan Domingo Perón en 1945.
En el escenario de Parque Norte, unos cinco mil militantes del peronismo bonaerense y porteño le dieron marco a un encuentro convocado por el instituto Gestar, que reúne a la mayor parte de la materia gris que formará los equipos técnicos que acompañarán a Daniel Scioli en el caso de que llegue a la Presidencia de la Nación.
Divididos en tres comisiones, denominadas “La Victoria de la Justicia Social”; “La Victoria de la Independencia Económica” y “La Victoria de la Soberanía Política”, expositores llegados desde todo el país delinearon los fundamentos políticos que servirían de base a un eventual gobierno peronista.
La entrada había sido pactada para las 15.30 y se suponía que el acto comenzaría a las 17.30, pero enseguida los recién llegados se enteraron de que Scioli iba a estar a las 18 en Ituzaingó, por lo que –un clásico de los actos peronistas– se demoraría el comienzo.
El clima era alegre, pero sin intensas efusiones pasionales. De todos modos, la felicidad del público peronista suele estar centrada en sí misma: estar juntos es más importante que cualquier otra cosa, más allá de los convocantes, aunque es necesario aclarar en este punto que no todos los llamados de los candidatos obtienen respuesta. Se podría decir que es un público selectivo.
En ese sentido, el largo período de espera sirvió para palpar el clima. Unas pantallas reproducían sin solución de continuidad una serie de spots publicitarios, en los que se podían ver los aciertos de gestión de gobierno que Scioli pretende resaltar. Allí se pudo ver al “Tyson del Abasto”, el boxeador Víctor Ramírez, que ganó su título mundial en el estadio del Sporting Club Villa La Ñata; a la emprendedora Gabi, que regentea un negocio de pizzería gracias a un microcrédito, y a una madre que logró tener su primer hijo gracias al Programa de Fertilización Asistida que lanzó el Gobierno bonaerense.
En medio de distintas muestras de alegre impaciencia, la expectativa crecía tanto que el locutor debió anunciar cuatro veces que Scioli ya estaba cerca, en medio de abucheos y silbidos. A las 18.50, volvió al escenario para anunciar un video, en tanto que a las 19 presentó a una impactante constelación de 14 gobernadores que se hicieron presentes en el escenario.
Estaban José Luis Gioja (San Juan); Lucía Corpacci (Catamarca); Jorge Capitanich (Chaco); Martín Buzzi (Chubut); Sergio Urribarri (Entre Ríos); Gildo Insfrán (Formosa); Eduardo Fellner (Jujuy); Omar Jorge (La Pampa); Luis Beder Herrera (La Rioja); Maurice Closs (Misiones); Juan Manuel Urtubey (Salta), Francisco Pérez (Mendoza) y José Alperovich (Tucumán).
Minutos después de las 19, Scioli –a esta altura ya era El Añorado– apareció en escena y fue recibido como una estrella de rock, en medio de cánticos, aplausos y ovaciones varias. En ese momento, la Marcha atronó el aire, para darle al acto el toque que faltaba.
El primero en hablar fue Gioja, presidente de Gestar y, por lo tanto, anfitrión del encuentro. El gobernador sanjuanino recordó a Néstor Kirchner –del que fue un amigo cercano– y, marcando la tónica de la tarde, se alineó con la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner. Después de recordar que la creación del instituto Gestar surgió por sugerencia del expresidente, propuso “enviar un casete –o un CD, para estar a tono con estos tiempos– con la Marcha a los que ahora dicen que están de acuerdo”, para finalmente rematar diciendo: “Nosotros somos el cambio con mejoras, porque no siempre el cambio viene con mejoras”.
Luego subieron al estrado Eduardo Fellner, Juan Manuel Urtubey y Carlos Zannini, que destacaron en todos los casos su alineamiento con el justicialismo y con la Presidenta, lo que parecería anticipar un caminar inusualmente ordenado de la transición que mediará desde estos días hasta el 10 de diciembre.
No se puede anticipar si este hecho será una clave que culminará en el triunfo, pero sí que la pelea interna perderá el dramatismo que genera deserciones de último momento, escisiones que suman para los contrarios y esos tumultuosos momentos finales, que, en el pasado, complicaron los inicios de los gobiernos de Carlos Menem, de Fernando de la Rúa y del propio Néstor Kirchner.
Finalmente, a las 20.05 Daniel Scioli se ubicó en el estrado para dirigirse a la concurrencia. Comenzó recordando a Néstor Kirchner y aquel “no al ALCA”, agradeció a Gioja (lo llamó “compañerazo”) y a Diego Bossio (“joven brillante”) y convocó a “transmitir lo que se viene”, que definió como la “segunda etapa de la reindustrialización”, para lo que propuso, entre otros ítems, la “capacitación en los propios parques industriales”.
Luego, dejó en claro su cercanía con otros dirigentes peronistas y volvió a agradecer, esta vez a Juan Manuel Urtubey (el primer gobernador que apoyó su candidatura), a Eduardo Fellner (presidente del PJ), al secretario general de la CGT mayoritaria, Antonio Caló, y al sindicalista estatal Andrés Rodríguez.
Luego de manifestar su alineamiento con Cristina, Scioli destacó: “Al igual que el papa Francisco, nosotros decimos que tiene que haber tierra, techo y trabajo. Esa es la movilidad ascendente de la que hablamos, esa es nuestra agenda para el desarrollo”.
A continuación, para seducir a los votantes kirchneristas, Scioli destacó que “este espacio político es el más previsible y coherente”, tanto que “los que terminaron cambiando fueron ellos (refiriéndose al Pro)”, para rematar, en medio de una ovación, que, para él, es una prioridad el respeto a los derechos humanos y que impulsará las premisas de “Memoria, Verdad y Justicia”, tal como lo hicieron sus antecesores.