En una jugada más política que deportiva, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli sorprendió días atrás con una oferta inusual a uno de las personalidades del año en el mundo del fútbol argentino. Astuto, el mandatario aprovechó un evento social para incorporar a su entorno a Alejandro Sabella, el hombre que después de 24 años volvió a llevar a la Argentina un final de un Mundial.
“Escuchame, vos estás sin trabajo y nosotros necesitamos un director técnico en La Ñata, porque en 2015 quiero que salgamos campeones, nos sirve a los dos”, le dijo Scioli, según reprodujo publicó diario Clarín.
El fútbol es uno de los pasatiempos que más disfruta el ex motonauta. De hecho, juega regularmente todos los domingos para su anaranjado club Villa La Ñata, en un campeonato de fútsal. Dirigir ese equipo es lo que le pidió a Sabella.
El ex entrenador meditó la propuesta, pero finalmente la rechazó con cortesía. Tras su paso por lo más alto del torneo FIFA, al hombre en cuestión no lo sedujo el convite de conducir partidos de fútbol de salón. Aunque no sería su respuesta final.
Scioli suele insistir que el fútbol con La Ñata le sirve “para la salud”, pero lo cierto es que lejos está de ser sólo eso. Se trata también de un centro político para su campaña presidencial, un ámbito recreativo que, asado y pelota mediante, le permite acercarse y solidificar relaciones personales con propios y extraños. Por esos pagos pasaron desde adversarios políticos, como Mauricio Macri, hasta figuras de alto impacto mediático, como Carlos Tévez y líderes de opinión de la talla de Marcelo Tinelli.
Pero a veces la “obsesión” le puede jugar también en contra al gobernador. Días atrás, causó gran polémica la filtración de imágenes de Scioli jugando al fútbol, en momentos en que diferentes zonas de la provincia de Buenos Aires padecían las inundaciones.
