El excandidato presidencial del FpV llegó al Instituto Pensamiento, Acción y Trabajo para la Integración Americana (P.A.T.R.I.A.) a las 16:45 y estuvo reunido allí con CFK durante una hora, aproximadamente.
La comunicación oficial dice que hablaron de la coyuntura política, la situación de las Pymes frente a la apertura de las importaciones y de las dificultades que afronta el comercio en la Provincia de Buenos Aires, pero la realidad es que de lo que ambos están interesados en hablar en sus esporádicos encuentros, es de lo que viene en cuanto a la reconstrucción del peronismo.
Scioli, según fuentes peronistas, “se cortó solo”, lo que tiene un único significante: que el diálogo con la exjefa de Estado se inscribe en las negociaciones que todos sostienen con todos en el seno del movimiento que lideró Juan Domingo Perón, pero no llevó a la casona de Rodríguez Peña 80 la voz de sus compañeros, ni ningún encargo personal del presidente del PJ, José Luis Gioja.
Por el contrario, éste se desmarcó la semana pasada de algunas críticas de la expresidente, invitándola a que se quede a sostener el día a día de la política, en lugar de desembarcar esporádicamente, procedente de Santa Cruz, para apostrofar a sus compañeros y luego regresar al sur.
Scioli se convirtió, tras su derrota el último 22 de noviembre, en el último “mariscal de la derrota” del peronismo, categoría que comparte en la historia peronista con los involuntariamente ínclitos Eduardo Duhalde e Ítalo Luder. Esta impiadosa calificación lo convertirá, de ahora en más, en un deambulador por cargos menores del peronismo. Esto significa que no está en condiciones de signar acuerdos significativos con Cristina, sólo “hacer política”. El poder de convocatoria de la exjefa de Estado se mantiene incólume, pero Scioli es pasado.
Lo único que aún falta conocer es quién convocó a la reunión, aunque lo más posible es que lo haya hecho el exgobernador bonaerense, dada la sede del encuentro. Lo que es seguro es que pronto habrá novedades al respecto.